domingo, 19 de junio de 2011

ESCLAVOS DEL PRIMER MUNDO

Somos alumnos de 2º de Bachillerato de educación a distancia del CEAD Santa Cruz de Tenerife Mercedes Pinto; cursamos la asignatura de Latín en el turno de mañana y participamos en el proyecto europeo Grundtvig "Tolerance for a digital World". Nos dirigimos a usted para solicitarle que publique la denuncia que exponemos a continuación:

Cada día, durante los últimos diez años, entre 1.500 y 2.000 niños y campesinos mueren en el Congo extrayendo de las entrañas de la tierra el preciado oro azul, el coltán, por el que las grandes empresas fabricantes de teléfonos móviles compiten para continuar la fabricación de productos de nuevas tecnologías.


El coltán es un mineral que por sus propiedades físico-químicas es imprescindible en las nuevas tecnologías, las cuales han dado un gran salto en pocos años, utilizándose en la fabricación de condensadores electrónicos para pantallas de plasma, ordenadores, cámaras digitales, etc., pero sobre todo en la telefonía móvil, en la que se consume el 60% del coltán extraído en el Congo. En este país se encuentra el 80% de las reservas del mineral y son extraídas excavando en la roca con medios rudimentarios por parte de más de 20.000 campesinos mal pagados, reos a los que se les promete reducción de condena y, sobre todo, por la mano de obra más barata y codiciada, la de niños que abandonan la escuela para trabajar en las minas. Las condiciones son tan pésimas que en menos de cuatro años han perecido más de tres millones de personas.


La vida de estos niños no le importa a nadie, y menos a los dueños de las minas, que prefieren reemplazarlos por otros abriendo nuevas galerías cuando alguna se derrumba, que desgraciadamente suele ocurrir con frecuencia, sin rescatar a los que quedan sepultados.


¿A quién se le puede pedir responsabilidades? ¿Cómo se podría acabar con todo esto? Algo difícil mientras las grandes empresas no sean capaces de hacerse responsables y opten por ganar menos. La mayoría de las reservas del coltán se encuentran en el Congo, pero también en Brasil y en Australia, donde el precio de la extracción es más elevado, por lo que no les interesa. Según hemos podido informarnos, Kemet, fabricante importante de condensadores "tantalum", ha pedido a sus proveedores que certifiquen que el coltán utilizado no proviene del Congo.


Aunque no se pueda plantear dejar de utilizar móviles u ordenadores, debemos seguir denunciándolo y pidiendo que aquellos que ostentan el poder busquen soluciones, dejando de temer el enfrentamiento con estas empresas, exigiéndoles cumplir con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención sobre los Derechos del Niño.


Nosotros, por nuestra parte, hemos solicitado firmas en nuestro centro exigiendo el fin de estas prácticas; consideramos que no podemos continuar impasibles mientras niños de doce años y aún menos abandonan la enseñanza para convertirse en esclavos del llamado Primer Mundo, que necesita de una tecnología cada vez más avanzada pero más atrasada en derechos.

Autores: Los alumnos de Latín de 2º de Bachillerato del CEAD Santa Cruz de Tenerife Mercedes Pinto.
Modelo: Ana Sicilia
Fotografía: Aarón Moreno Borges

Fuente: http://www.eldia.es/2011-06-15/criterios/18-Cartas-director.htm

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