miércoles, 24 de septiembre de 2008

COMENTARIO DE EL DÍA

Caterva de desagradecidos

24/sep/08 07:44

SEGUIMOS echándonos las manos a la cabeza ante la lista de "intelectuales" y "artistas" que ha atacado a EL DÍA y a su editor de la forma en que lo han hecho. Especialmente descorazonadora ha sido para nosotros la reacción de una persona a la que suponíamos amiga de esta Casa. Está visto que la vida da muchas sorpresas. Este comportamiento, que sólo podemos calificar como sicótico, nos ha derrotado la razón, el corazón y el patriotismo. También nos preguntamos cómo es posible que un tinerfeño que en tiempos no muy lejanos proponía, arropado bajo la manta esperancera, la desaparición del "gran" para denominar a Gran Canaria, pues consideraba que contribuía a desunir este Archipiélago, cambie ahora de discurso con tanta facilidad -y sin atisbo alguno de rubor- para arremeter contra EL DÍA y su editor y director.

Por suerte, la mayoría del pueblo tinerfeño nos apoya. Ayer se colapsó la centralita de nuestro periódico con llamadas de solidaridad. Porque han de saber esos "intelectuales" que la sociedad, a la que vampirizan como los parásitos que son, rara vez está de acuerdo con sus ideas. Y "vox populi, vox Dei". La gente no es tonta. El ciudadano normal y corriente a menudo sabe más que quienes intentan engañarlo.

Qué bochorno sentimos cada vez que contemplamos los rostros de esos malos tinerfeños. En la mayoría de los casos personajillos que han sido algo en esta sociedad gracias al espacio que, año tras año y cada vez que lo pedían, se les daba en estas páginas. Volveremos a ocuparnos de ellos. En una próxima edición publicaremos dos páginas con las fotos de cuantos se han dejado sobornar por la tercera isla. Como diría Romanones, joder qué tropa. Infelices individuos -y también alguna individua- que a fin de cuentas son como ratoncillos hipnotizados por la lengua bípeda y la mirada envidiosa de la serpiente. Su final no es otro que el de ser devorados por el ofidio que ahora los deslumbra. Qué desdichados.

Nos entristece, pues no es para menos, que tinerfeños en principio respetables e inteligentes se dejen engañar con tanta facilidad por los pérfidos dirigentes canariones. Resulta evidente que en la isla tercera no encajaban bien la pérdida del gran. El que nosotros nos hayamos atrevido a decirlo abiertamente los ha cogido por sorpresa. Están acostumbrados a que todos callen, sumisos y temerosos, ante su presunto poder. No admiten que alguien les diga que su isla es fea, desangelada, plena de secarrales y calva de montes, y cuyo único interés se reduce a unas cuantas playas, a decir de algunos peligrosas por sus corrientes. No en vano en Las Palmas tienen a un tal Sandokán para socorrer a los bañistas, al que han condecorado con una Medalla de Canarias por el intenso trabajo al respecto que ha debido realizar en los últimos años.

Como no hay mal que por bien no venga, ahora sabemos que la maldición de Tenerife no es sólo Canaria, sino los infiltrados canariones que ahora se han destapado como felones. Cuánto le deben muchos de ellos a este periódico. Qué fácil olvidan los favores que nunca les negamos, cuando sólo los conocían en su casa a la hora de comer. Qué pronto han acudido a echarse en manos de un periódico al servicio de la isla amarilla, hoy en manos de dos godos traidores a esta Casa, a sus compañeros -a los que han dejado tirados- y a sí mismos. Qué asco.

fuente:

http://www.eldia.es/2008-09-24/criterios/criterios4.htm

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