La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, vaticinó hace unos días "una inflexión" en la llegada a España de trabajadores extranjeros, así como un descenso importante en las contrataciones en origen. Estas declaraciones tuvieron lugar durante la presentación el 31 de julio en Madrid del estudio 'Inmigración y mercado de trabajo' elaborado por Miguel Pajares, un análisis de la situación de la población extranjera residente en España que expone como pese al incremento del paro en términos generales, "ha seguido creciendo", aunque a un ritmo menor, el empleo entre los inmigrantes. Según el autor, "hasta mayo de 2008, el crecimiento de afiliados extranjeros a la Seguridad Social ha sido similar al de otros años". Sin embargo, esta continuidad en la creación de empleo se ha dado en paralelo a una mayor incidencia del paro en el mismo colectivo. La explicación, según Pajares, reside en el incremento de la población activa inmigrante, que ha crecido por encima del aumento global de habitantes. Pajares defiende asimismo que el "incremento de la ocupación" entre los extranjeros se basa en el "fuerte crecimiento" de trabajadores autónomos, principalmente de origen búlgaro y rumano, que por la moratoria establecida en España no pueden trabajar por cuenta ajena, y por el incremento del sector servicios, que ha dado empleo "especialmente a las mujeres". "Ha habido sectores que han seguido necesitando mano de obra extranjera", apostilló el experto. Sin embargo, tal y como reconoció Rumí, hay otros que no están en la misma situación, motivo por el que el Gobierno prevé un recorte en el contingente del próximo año, pues, según explicó, "la prioridad" es contratar a los residentes en España que han perdido su trabajo. Para ello, apuntó, se tendrá especial cuidado al diseñar el nuevo catálogo de empleos de difícil cobertura, (la lista de vacantes que se ofrece a los países de origen) para calcular en cada puesto "si hay o no desempleados locales que lo puedan ocupar", así como se ofrecerán los trabajos de temporada, como se ha hecho ahora con la campaña de recogida de la fresa, a los parados que quieran ser recolocados. En esta situación se encuentran principalmente los extranjeros nacidos en Rumanía y Marruecos. Según recoge el informe, el caso de los marroquíes es más llamativo porque a principios de 2007 ya era el colectivo que más parados tenía y a final de año fue el que más incremento de desempleados registró.
Fuente: http://www.migrar.org/noticias/
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