sábado, 16 de abril de 2011

LA ENVIDIA EN LO BREVE DE UN DÍA


La vieja tiene un huerto y todas las mañanas se dedica a él; muy temprano, la veo laboriosa desde aquí. Vestida de negro siempre, con ropas con las que pretende ocultar toda su piel de varices, costras, manchas, arrugas, también protege su cara con una sombrera de ala ancha que ata a bajo su cuello con una cinta azul. Camina con la cabeza agachada para no tener que saludar a nadie. Dicen que no tiene pelo, se le fue cayendo con el tiempo, como tantas otras cosas que también se le habrán ido cayendo.


En el huerto tiene algunas flores. Entre las flores prefiere las rosas, que le van creciendo, suyas, con fuertes y turgentes cuerpos espinados. Brotan enaltecidas, largas y delgadas, desafiantes entre la brisa. Tan brillantes, delicadas, ruborosas, que permanecen en su protagonismo adolescente aún cuando ella acerca su mano de uñas ennegrecidas para tocarlas.


Espera a que estén estalladas, como estrellas, pétalos apretados, insultando con su color despierto, cálidamente nuevo, hasta que le abofetea la subrayada juventud del olor que desprenden.


Ese justo día se siente feliz, porque por fin, severa, puede asesinar la sensación silbante de esas bocas oníricas que le escupen la misma palabra una y otra vez: "¡Vieja!". Y corta el brote de salud perfecta; brusca, paladea el instante fugaz en que el filo destruye el cordón a la tierra, sintiéndose satisfecha con su obra.


Autora: Amanda Izquierdo González, relato publicado en la revista universitaria "Puzzle de sombras, nº1, año 2009.

Modelo: Niña de la Selva

Fotografía: Aarón Moreno Borges

*En respuesta a la pregunta ¿porqué escribes? Amanda responde: "...Siendo pequeña y sin saber aún leer ni escribir, hacía dibujos en diferentes folios para graparlos luego y formar una especie de libro, en donde contaba algunas historias que se me ocurrían. Cuando estaba aprendiendo las primeras palabras, comenzaba mis libros caseros con una introducción, y al ya costarme mucho escribir lo demás ponía ''ahora mira los dibujos'' , en los que continuaba el relato. Más adelante llegó a casa la máquina de escribir, con la que pasaba algunas tardes inventando, y después con el ordenador, aunque nunca se abandonan las libretas. Así que escribo porque siempre lo he hecho..."

6 comentarios:

LadySuchard dijo...

No se porque hay gente que quiere huir de la vejez, me parece otro gran paso que dar en la vida en el que más que arrugas puedes contar momentos, vida, felicidad y sobre todo mucha sabiduría.

Aarón dijo...

Buenas LadySuchard, si, a veces, es mi parecer, una vejez mal llevada es un arma de destrucción masiva hacia el joven. Es obvio también hablar de lo contrario, claro está. Por fortuna, hay pocos casos, pero hay viej@s que es para "echarles de comer aparte", es otra generación Nini (ni respeto, ni escucha). Es mi criterio todavía...

Un abrazo compañera.

LadySuchard dijo...

Si, algunos en mi opinión se quedan anclados y no ven más alla de sus creencias u opiniones. Aunque al parecer todo se les ha de ser perdonado con la escusa de que "como nacieron en otra época". Pero en fin yo prefiero quedarme con lo positivo, con esas manos que dan cariño, esos ojos que ofrecen ternura y la sabiduria de los años vividos. Un fuerte abrazo.

Maeva dijo...

Que relato más bonito, aunque triste, pero muy bonito.
Enhorabuena a la autora, me ha encantado su respuesta.

un beso Aarón, disculpa por llegar tarde otra vez!

Aarón dijo...

Gracias Maeva, con expresar eso que sientes se cumple la intención del relato. Asi ha querido la autora. Lo ha conseguido entonces.

Un abrazo fraternal Maeva. Saludos hacia la Palma.

Aarón dijo...

De nada Maeva, esa fue la intención de la autora. Gracias por tu comentario. Saludos. Un abrazo grande compañera.