domingo, 27 de febrero de 2011

AMANDA


Salí como cada mañana en busca de mi barca para atrapar los peces más ricos para Amanda. Pasé primero por donde el panadero y compré tres bollos dulces para Amanda, tras esto corrí antes de que se fuera el lechero para comprarle un buen botijo de leche fresca para Amanda. Ya casi llegaba al puertito de la Virgen de los Marinos cuando vi a aquella vendedora ambulante con un traje tejido que parecía perfecto, perfecto para Amanda.


Monté primero en mi pequeño barco y navegué lo suficientemente lejos como para, en lo profundo, conseguir un tesoro de piratas para Amanda....Lamenté caer dormido bajo el sol, que poco a poco se escondió para dar paso a la luna que tanto se parece a mi Amanda.


Desperté asombrado por mi despiste y escuché el terrorífico cantar de una sirena. Quise amarrarme al pequeño mástil, pero mis manos en cambio buscaban la popa para saltar. Pasó como en un segundo, pero ese segundo fueron horas. Momento casi puro. Me pareció estar escuchando el canto de un ángel y sentí que Dios permitía el encuentro. "¡Qué Amanda me perdone!" Me lancé.


Los pescadores, cual peces, saben respirar en el agua, sobre todo si una hermosa ninfa los acompaña. Por el contrario, todo lo nítido del aire el agua lo vuelve borroso. Y quise ver a la sirena, quise no borrar su rostro de mi mente en ese desgraciado anochecer. ¿Desgraciado?


Todo hombre debe ser fiel a la mujer que lo espera en casa, pero en mi confusión no sabía si era hombre o pez. La sirena me rodeaba con sus brazos y todo parecía una fiesta. Las más hermosa de las deidades vino a saludarme esa noche y, como caballero que soy, le entregué todo lo que fue de su agrado. Así pude amarla, aún siendo extraño que un hombre y una sirena puedan unirse.


Al amanecer atraqué y qué hermosa visión fue ver a mi Amanda llegando al puerto. Llevaba su vestidito rosa, ya desgastado por el sol y el agua salada. Me sonreía feliz y satisfecha mientras que yo quería apartar de mi mente el error de la pasada noche. ¿Cómo decirle a Amanda que había descansado en el lecho de una sirena? Me llamaría loco, más aún así, se entristecería. Su sonrisa no sería más la que era, sus labios no me despertarían cada madrugada esperando de mí más que un abrazo, sus manos no acariciarían mi piel al regresar de la faena, sus pies no danzarían cada tarde cuando le trajera regalos...


-¡Oh, pero que he hecho! Lo siento querida Amanda -Me arrodillé en los callaos y lloré en su regazo implorando perdón- ¡Qué tristeza la mía! Te he sido infiel Amanda mía, pero será la única y desafortunada vez. ¡Oh, cómo he podido! ¿Podrás perdonarme Amandita mía?


El cielo me brindó una corta y temerosa sonrisa de Amanda.


-¿Cómo no perdonarte si anoche me has hecho mujer una vez más? Pero....¡esta vez serás papá!


Me invadió la confusión e insistí.


-Oh, cielo mío. Amanda, querida, te he sido infiel, amor de mis amores. Estuve con una sirena. Y tú ¿con quién estuviste?
-¿Cómo explicarte...? Una noche como otra cualquiera ...nací...
-Amanda, diosa de mi amor, tú eres huérfana, ya lo sé. Pero responde a tu marido. -Interrumpí buscando desesperada la respuesta-
-Querido, amado, no soy quién tú piensas. Soy mujer de día, pero en las noches de luna, sirena soy. Así has sabido dejarte seducir por tu mujer y, amándola, le has dado un hijo. Te ruego perdón por no habértelo dicho antes.
-Amanda, mi vida...¿Cómo no perdonarte si me darás un hijo? Yo pensando haber yacido con una sirena y con mi mujer he pasado la noche. Te quiero, querida Amanda.
-¡Oh! Te amo, mi esposo.

...


-Amanda...¿Qué harás el mes que viene?


Autora: Alejandra Allueva Jiménez, relato publicado en la revista universitaria "Puzzle de sombras", nº1, año 2009.
Fotografía: Aarón Moreno Borges
*En palabras de Alejandra "escribo porque soy libre entre las letras, y puedo ser yo frente a un mundo anónimo: Diferente y perfecta como las propias palabras"
Por ello su blog http://madrigueradeletras.blogspot.com es una buena muestra de ello. No duden en visitarlo.

4 comentarios:

Alejandra Allueva dijo...

Me encanta la foto! has captado algo que yo no había tenido en cuenta hasta ahora... el color azul. Resulta que me di cuenta viendo el relato con la foto que la sensación que me dio al escribirlo y al leerlo y releerlo es eso: AZUL. Pueden haber muchos sentimientos que enreden al lector pero el azul es un elemento que prevalece y tu objetivo lo ha descubierto al instante! Muchas gracias por el trabajo, me encanta!

Aarón dijo...

De nada Alejandra, hice lo que pude y me siento bien al leer que he captado el sentido de tu relato desde el punto de vista cromático. Eso anima a seguir aprendiendo, sobre todo con personas como tú que confían en las propuestas de los demás cordialmente.

Gracias por tus palabras Alejandra.
Un abrazo fraternal compañera.
Hasta pronto.

Alba 3,1416 dijo...

¿qué más hermoso que amar a tu amada wen distintos lugares, en distintos contextos, en distintas formas?
Gratificante relato y calida foto.
Un abrazo

Aarón dijo...

Gracias Alba, sin la historia de Alejandra no tendría cabida esa fotografía. Tanto ella como su blog destilan un amor a la vida, a los retos, a la nostalgia y a la magia, por medio de la palabra, del poder de la palabra como decía Blas de Otero.

Enhorabuena por tu blog, admniro la calidad de tus fotos y el mensaje que quieres transmitir en cada una de ellas es excepcional, en serio.

Un abrazo fraternal desde Tenefife Alba. Me agrada tu visita a este humilde blog, pasaré a visitarte más a menudo.