sábado, 10 de abril de 2010

ZULEIMA, ARENA Y SAL







"En los sueños y en el amor no cabe lo imposible"
(Janos Arnay).

"ANA BEHEBAK"(te quiero), le había dicho ella con dulzura antes de ir al encuentro con Zein. Esas dos palabras, tan pequeñas y grandes a la vez , se le repetían en su mente, ya de camino a La Cabilia, la región montañosa al norte de Argelia donde sus camaradas lo habían citado para su nueva misión. No era invierno, pero en su mente se imaginaba esta región montañosa totalmente nevada, como si esa nieve cubriera su propio cuerpo desolado, marcado por el inexorable paso del tiempo, lleno de conflictos internos. Y recordó aquella famosa canción en francés de Jacques Brel "Ne me quitte pas"(No me dejes). "Yo te ofreceré perlas de lluvia venidas de países donde no llueve.Yo escarbaré la tierra, hasta después de mi muerte para cubrir tu cuerpo de oro y luz...".
Por otro camino bien distinto, también triste y alicaida, Zuleima se dirigía con Zein, el camarada de Said, hacia la ciudad dormitorio de Mohamedía, cercana a la conocida ciudad de Casablanca, eje económico de Marruecos. Allí, en breve, compartiría colas y esperas en el patio de la Casa de la Juventud de dicha ciudad, donde todas las candidatas serían seleccionadas bajo un estricto control para viajar a Huelva durante dos meses a la recogida de la fresa.
Zuleima daba gracias en su interior al silencio que guardaba su misterioso acompañante, pues lo menos que le apetecia era hablar, en aquellos momentos tan duros, pero también decisivos, donde no había lugar para nervios y tristezas a la hora de presentar su documentación falsa. Se jugaba mucho en aquella selección y se prometió asi misma que nada ni nadie evitaría su marcha hacía España.
CONTINUARÁ....................................
Autores: Nayra del Rosario Hernández Benítez
Aarón Moreno Borges

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