domingo, 4 de abril de 2010

ZULEIMA, ARENA Y SAL







Todo tiene algo de belleza, pero no todos son capaces de verlo
Confucio (de 551 a. C. - 479 a. C.)
Filósofo chino. Creador del confucianismo

Por mucho que quisieron no pudieron evitar que amaneceria. Un amanecer diferente, tan triste y melancólico que traspasaba los poros de la piel, provocando escalofríos. Pareciera como si la escarcha y el rocio de un cielo lleno de azules turbios, azules de prusia, grises y negros los envolviera en una niebla de soledad y abandono. Sintieron mucho frío. Sus corazones en la garganta, sin poder deglutir apenas, sus respiraciones llenas de apnea desesperadas. Y un último acorde de laúd arabe mezclado con el viento, mientras los dos se abrazaban con una fuerza desmesurada, con un ansia devoradora. Y sus lágrimas se entrecruzaban con promesas de volverse a ver pronto en España. Promesas llevadas por el siroco. En el fondo de sus almas sabían que la probabilidad de verse era ínfima. Y a pesar de eso no la perdían, como los caminantes perdidos en el desierto no pierden la ilusión de encontrar un oasis o un poco de agua que calme su sed.

Zuleima guardó su cinturón de oro, Said su amuleto. Pasaron mil años por sus miradas clavadas el uno en el otro. Pasaron ilusiones perdidas y rotas de la vida. Pasaron estrellas sin luz y los más negros y mortíferos escorpiones acechando sus más nobles sentimientos, espiando su alcoba, la fragancia de rosas y la henna.......

Y llegó el camarada de Said a la hora acordada. ÉL que trasladaría a Zuleima a Casablanca y le dispensaría los documentos falsos para cruzar la frontera. Antes de subir al Land Rover Zuleima no pudo contenerse y empezó a gritar en castellano para que el camarada de Said no la comprendiera. ¡¡Said no me dejes!!, ¡¡no te vayas!!... Sabes que no te volveré a ver, no tendran piedad de ti. Cuando sepan la verdad te torturaran hasta las muerte..... Te lo suplico, escondámonos en el Atlas, por favor habibi.

ÉL, con aparente calma se acercó a ella, besó su frente y le acarició su mejilla secando sus lágrimas. "MAKTUB , HABIBI". Está escrito. Si no volviéramos a encontrarnos en este mundo nos veremos en el otro cuando nuestros pecados sean perdonados. Siempre vivirás dentro de mí, y yo sé, al mirarte, que también viviré en ti. Ahora vete con Zein, el viaje a Casablanca no debe demorarse, prométeme que harás todo lo que te he dicho. Te lo prometo. Hasta siempre "SUINA HABIBI".

Hasta siempre, te querré siempre Said, vaya donde vaya, te querré siempre............................

CONTINUARÁ...............................
Autores: Nayra del Rosario Hernández Benítez
Aarón Moreno Borges



1 comentario:

Lourdes dijo...

ANÓNIMO, OBSERVO QUE UNA Y OTRA VES PASAS A DEJAR COMENTARIOS. PARECE QUE AÚN CONSIDERANDO EL BLOG MUERTO VIENES A MENUDO, SERÁ POR LA CURIOSIDAD DE LOS QUE SE ASOMAN POR LA PUERTA DE ATRAS DE LOS VELATORIOS PARA SACIAR CURIOSIDADES.
EN FIN, PORQUE NO, TE INVITAMOS A VENIR SI QUIERES Y A DEJAR TUS COMENTARIOS PERO POR FAVOR SÉ UN POCO MAS ORIGINAL.