viernes, 21 de agosto de 2009

ZULEIMA, ARENA Y SAL.





"Prefiero llamarla "la mar" porque es bella, ondulante, misteriosa, insinuante y peligrosa. Cómo una mujer hermosa. En ocasiones se enfada pero es amable y tierna, como una madre (de hecho lo es). Al casarse con el Padre Sol se transformó en la fuente de la vida, y para los que podemos leer sus azules ondas, es tambien una fuente de felicidad. De ella salimos, y a ella volveremos, todo es cuestión de tiempo".Francisco José Dávila.
Entró con sigilo en el interior de la Bella Isadora al comprobar la ausencia de Juan, encontrando en la mesilla de noche, junto al cuaderno de bitácora, una carta a su nombre "Zuleima Azkabi", junto con la dirección de la tetería. La abrió rápidamente y comenzó a leerla. Mil soles de mariposas y estrellas surgieron del interior de su pecho al leer las palabras paternales y de cariño de su estimado amigo, el sabio marinero Juan Oreste Henríquez.
"Estimada Zuleima. No hay palabras ni en el mar, ni en el cielo para expresar todo lo que tu compañía ha aportado a mi humilde vida. Apagando la llama de soledad infinita que me seguía como compañera desde que perdí a Isadora, y con ella se me fueron en gran parte las ganas de vivir. Me quedó un hueco aquí hondo, en la boca del estómago, que nunca llegó a cicatrizar. Muchas veces he pensado que sólo el amor al mar, la necesidad de sentir la brisa marina, el salitre envolviéndome es lo único que me mantenía a flote en este mundo............"
CONTINUARÁ................
Autores: Nayra del Rosario Hernández Benítez
Aarón Moreno Borges.

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