"ZULEIMA, ARENA Y SAL"

Entre pinceladas de ocres y toques gruesos de espátula Hanah imprimía en el blanco lienzo la belleza volcánica del malpais. Al decaer el sol en el atardecer recogió sus utensilios de pintura con calma y sosiego, como si no quisiera volver a casa, permaneciendo en aquel mágico lugar de Lanzarote, fundiéndose con el medio natural. Al volver la vista al horizonte encontró unos profundos ojos tristes pidiendo auxilio, su pelaje blanco, enenegrecido la mitad de su hocico, reclamando agua, la almohadilla de sus patas quemadas por el sol y esa mirada que le traspasaba como persona sensible que era, la lectura de una carencia total de afecto y cariño. No le fue difícil atraerlo hacia ella, lo cogió entre sus brazos y lo acunó como si de un recién nacido se tratara, le dio un poco de pan y el pequeño cachorro le respondió con una serie de agradecidos y cariñosos lametones. Y fue en ese momento cuando sintió que la vida del pequeño can, a quien bautizó "Doramas", estaría unida para siempre a la suya...

Zuleima adoptó a Juan como un padre. Y Juan a Zuleima como una hija. Y fueron en aquellos largos días de recuperación en el hospital cuando sus corazones y sus recuerdos se abrieron del uno al otro, afianzando más aún el afecto familiar entre ellos....

CONTINUARÁ.....

Autores: Nayra del Rosario Hernández Benitez

Aarón Moreno Borges.