La ayuda domiciliaria a las personas mayores hace posible que vivan y disfruten la vejez en su propia casa, pero conviene contratar personal titulado y experimentado
Soledad, tristeza, menos dinero que nunca, deterioro físico y enfermedades. Abundan los miedos asociados a una fase tan natural como poco aceptada del ser humano: el envejecimiento. Casi por inercia se tiende a pensar que malestar, dependencia y abandono vienen en un pack indivisible una vez se superan los 70-75 años. Pero no siempre es así. Dos terceras partes de las personas mayores quieren envejecer en el mejor lugar que se les ocurre, su propia casa.
En este artículo
- [Pág. 1] Ayuda personalizada
- [Pág. 2] Cómo solicitar la ayuda
- [Pág. 3] Teleasistencia: cuidado a distancia
No hay comentarios:
Publicar un comentario