Valencia
Empresas de pasta, tomate y envases proporcionan a Manolo y Paula la materia prima
Manolo sonríe junto a un grupo de inmigrantes de Guinea-Conakri que comen la pasta que cocina para ellos todos los sábados.
Manuel esperaba para comer a sus hijos un sábado de noviembre pero no acudieron y le sobraron varias raciones de paella. Ante su disgusto decidió junto a su pareja, Paula, bajar al cauce y repartir la comida entre los inmigrantes del cauce. Su iniciativa fue muy bien acogida por estos jóvenes, la mayoría procedentes de Guinea-Conakri y que se ganan algunas monedas como aparcacoches.
Desde entonces, todos los sábados, Manuel y Paula cocinan para casi medio centenar de personas de forma altruista. "Nosotros tenemos problemas económicos, pero aún así no queremos dejar de hacer esta tarea, porque nos reconforta y nos sentimos muy orgullosos", señalaba ayer Manuel, que ha creado el blog el macarrón solidario.
Al principio esta pareja cocinaba paella, pero como vieron que el coste era muy elevado decidieron cocinar, macarrones y spaghettis. "A mi me llaman monsieur Manuel y ya me conocen y entre ellos se reparten los platos de comida que les llevamos. La verdad es que al principio empezamos con una decena y el sábado pasado dimos de comer a casi 40", explicaba Manolo, quien pretende que su iniciativa sea imitada por otras familias.
La popularidad que alcanzaron Manolo y Paula les supuso un gran problema porque cada vez eran más los necesitados que les pedían un plato de comida. Ante esta situación decidieron solicitar a diferentes empresas la materia prima. Pastas Gallo recibió la petición y les comunicaron el pasado mes de enero que les enviarían 50 kilos de spaghettis. "Estamos muy contentos y en los próximos días recibiremos 600 botes de tomate Orlando", comentaba Paula.
Otras de las empresas que han querido colaborar con esta pareja ha sido la firma de embalaje Sarrió. "Nos pidieron ayuda y no nos hemos podido negar, ya les hemos entregado 600 bandejas y un lote de vasos de plástico. En los próximos días tendremos que enviar una nueva partida porque suponemos que ya se les habrá acabado", afirmaba Paco Sarrió.
Manolo, empleado de banca, tiene muchos gastos y deudas de anteriores negocios, pero aún así no quiere renunciar a dar de comer a los más necesitados mientras tenga medios para poder hacerlo. "Nosotros no pretendemos crear una gran empresa, sino simplemente dar ejemplo al resto. Vamos a seguir solicitando materia prima y por eso quien quiera imitarnos les repartiremos los productos para que cocinen. Pueden ponerse en contacto con nosotros en el blog que hemos elaborado elmacarronsolidario.blogspot.com", comentaba ayer Manuel.
Esta pareja ya se ha hecho famosa en el cauce y los inmigrantes corren la voz de la presencia de estos buenos samaritanos. Todos los sábado, unas 50 personas se reúne a la altura de la estación de autobuses para recibir con los brazos abiertos a Manuel y Paula.
cfernandez@lasprovincias.es
Desde entonces, todos los sábados, Manuel y Paula cocinan para casi medio centenar de personas de forma altruista. "Nosotros tenemos problemas económicos, pero aún así no queremos dejar de hacer esta tarea, porque nos reconforta y nos sentimos muy orgullosos", señalaba ayer Manuel, que ha creado el blog el macarrón solidario.
Al principio esta pareja cocinaba paella, pero como vieron que el coste era muy elevado decidieron cocinar, macarrones y spaghettis. "A mi me llaman monsieur Manuel y ya me conocen y entre ellos se reparten los platos de comida que les llevamos. La verdad es que al principio empezamos con una decena y el sábado pasado dimos de comer a casi 40", explicaba Manolo, quien pretende que su iniciativa sea imitada por otras familias.
La popularidad que alcanzaron Manolo y Paula les supuso un gran problema porque cada vez eran más los necesitados que les pedían un plato de comida. Ante esta situación decidieron solicitar a diferentes empresas la materia prima. Pastas Gallo recibió la petición y les comunicaron el pasado mes de enero que les enviarían 50 kilos de spaghettis. "Estamos muy contentos y en los próximos días recibiremos 600 botes de tomate Orlando", comentaba Paula.
Otras de las empresas que han querido colaborar con esta pareja ha sido la firma de embalaje Sarrió. "Nos pidieron ayuda y no nos hemos podido negar, ya les hemos entregado 600 bandejas y un lote de vasos de plástico. En los próximos días tendremos que enviar una nueva partida porque suponemos que ya se les habrá acabado", afirmaba Paco Sarrió.
Manolo, empleado de banca, tiene muchos gastos y deudas de anteriores negocios, pero aún así no quiere renunciar a dar de comer a los más necesitados mientras tenga medios para poder hacerlo. "Nosotros no pretendemos crear una gran empresa, sino simplemente dar ejemplo al resto. Vamos a seguir solicitando materia prima y por eso quien quiera imitarnos les repartiremos los productos para que cocinen. Pueden ponerse en contacto con nosotros en el blog que hemos elaborado elmacarronsolidario.blogspot.com", comentaba ayer Manuel.
Esta pareja ya se ha hecho famosa en el cauce y los inmigrantes corren la voz de la presencia de estos buenos samaritanos. Todos los sábado, unas 50 personas se reúne a la altura de la estación de autobuses para recibir con los brazos abiertos a Manuel y Paula.
cfernandez@lasprovincias.es
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