RESUMEN: En una pequeña aldea en Etiopía todo sigue su curso monótonamente apartados del resto del mundo hasta que un buen día los niños de la escuela ven bajar por el río los cuerpos sin vida de numerosos soldados. Tras la decisión del jefe del poblado de enterrar los cuerpos llegará la anunciada guerra arrasando todas las vidas y las casas, y lo único que se salvará serán las dos profesoras de la escuela del pueblo y un puñado de niños negros y blancos.
Ahora la profesora Margaret tendrá que tomar la decisión de esperar en ese destruido poblado a que lleguen nuevas y sabidas amenazas o la de intentar llegar hasta el mar para subir hasta Europa y encontrar unos hogares decentes para los niños. Los niños, ahora ya no tan niños por las circunstancias, verán a la profesora Margaret como a su nueva madre y al resto de los niños como a sus hermanos, tras presenciar las brutales muertes de sus familiares.
Durante la difícil travesía que les llevará hasta un punto equivocado del mapa terrenal, irán narrando todas las miserias de la presente África. Tras la colonización y mediana aculturación existirán diferentes religiones que fortalecerán a las distintas etnias y que las enfrentarán en una lucha imparable hasta su intento de destrucción. En el paseo a través de los pueblos Alberto Vázquez-Figeroa nos enseña la flora y fauna de un misterioso mundo que habla a gritos sobre la desolación y el abandono, el odio mortal entre las propias etnias que les lleva a ser considerados más racistas (con su propia raza) incluso que los blancos.
Con la apartada vivencia de la profesora Margaret durante cuarenta años en el poblado etíope, no tendrá más remedio que ir aprendiendo sobre todo lo nuevo al igual que enseñará a sus niños a sobrevivir en este mundo hacia el que les había llevado de refugiados, incubadora de enfermedades del progreso y de kilómetros de tierra abandonada hasta por cualquiera de los dioses que en ella tenían cabida. Una tierra donde los cazadores furtivos, llegados de otros continentes, enseñarán la dura lección que le toca soportar a los continentes del capital: el que por su masificación, también de pobres y grandes miserias, vedarán el paso a todos los que buscan la salvación y que provienen de África.
Posiblemente es otro modo de enseñar o explicar todos los conflictos que en estas misteriosas tierras se suceden, el cómo del nacimiento de enfermedades que llegan al mismo tiempo que tantos miles de refugiados.
Ahora la profesora Margaret tendrá que tomar la decisión de esperar en ese destruido poblado a que lleguen nuevas y sabidas amenazas o la de intentar llegar hasta el mar para subir hasta Europa y encontrar unos hogares decentes para los niños. Los niños, ahora ya no tan niños por las circunstancias, verán a la profesora Margaret como a su nueva madre y al resto de los niños como a sus hermanos, tras presenciar las brutales muertes de sus familiares.
Durante la difícil travesía que les llevará hasta un punto equivocado del mapa terrenal, irán narrando todas las miserias de la presente África. Tras la colonización y mediana aculturación existirán diferentes religiones que fortalecerán a las distintas etnias y que las enfrentarán en una lucha imparable hasta su intento de destrucción. En el paseo a través de los pueblos Alberto Vázquez-Figeroa nos enseña la flora y fauna de un misterioso mundo que habla a gritos sobre la desolación y el abandono, el odio mortal entre las propias etnias que les lleva a ser considerados más racistas (con su propia raza) incluso que los blancos.
Con la apartada vivencia de la profesora Margaret durante cuarenta años en el poblado etíope, no tendrá más remedio que ir aprendiendo sobre todo lo nuevo al igual que enseñará a sus niños a sobrevivir en este mundo hacia el que les había llevado de refugiados, incubadora de enfermedades del progreso y de kilómetros de tierra abandonada hasta por cualquiera de los dioses que en ella tenían cabida. Una tierra donde los cazadores furtivos, llegados de otros continentes, enseñarán la dura lección que le toca soportar a los continentes del capital: el que por su masificación, también de pobres y grandes miserias, vedarán el paso a todos los que buscan la salvación y que provienen de África.
Posiblemente es otro modo de enseñar o explicar todos los conflictos que en estas misteriosas tierras se suceden, el cómo del nacimiento de enfermedades que llegan al mismo tiempo que tantos miles de refugiados.
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