viernes, 13 de febrero de 2009

"ZULEIMA, ARENA Y SAL"







El olor a orina de algún gato cercano le recordó al barrio de los curtidores de Fez, reflejo de un oficio de antaño del que ya quedan muy pocos artesanos. Se imaginó el paisaje formado como un puzzle donde cada hombre se afanaba en curtir las pieles con la mezcla hecha de excremento de paloma, orina de vaca, grasas animales, aceite de pescado y distintos ácidos. Lo volvió a divisar desde el balcón del patio, la torre de la mezquita, el caserío blanco, el trajín de ir y venir de la gente. Sintió en sus manos tocar la pequeña pieza de cerámica blanca y azul que Said le había regalado. Sintió el sabor en sus labios del turrón y los dulces del mercado, mezclados con los besos y los susurros de Said al oido... "habibi, habibi". Quiso acariciar su rostro, su piel tostada por el sol del desierto, el vello que le cubría su labio superior y parte de la barbilla en forma de perilla y sus ojos tan negros y profundos como la más misteriosas de las noches del Magreb. Tendió sus brazos para abrazarlo y decirle que no le abandonara, que ella era más importante que cualquier hiyad y que los salafistas. Pero no salieron las palabras de sus labios y él se alejó y ni tan siquiera volverse para mirarla...

_ Bien, señor Valdéz. Tiene usted el alta médica. Enhorabuena. Cuídese mucho de ahora en adelante. No olvide acudir al hospital de Lanzarote para sus revisiones periódicas, la fractura de la muñeca está casi consolidada. En cuanto a la fractura de su pierna, tras haberle retirado el clavo intramedular, supongo se sentirá más cómodo, empiece a moverse con la ayuda de las muletas. Ya, poco a poco, con la rehabilitación irá mejorando.

_ Gracias, doctor. Gracias, espero ponerme pronto bien.

_ ¡¡Ya verá que sí!!. Debería también ir a la consulta del psicólogo por esas continuas pesadillas y ataques de pánico que viene sufriendo tras el acto violento que padeció recientemente. Le he recetado tranquilizantes para dormir, pero creo que no es suficiente. Necesita apoyo profesional, terapia para ser más exacto. Prométame que al menos se lo pensará...

_ Si, doctor, entiendo sea por mi bien. Pero a mi no me gustan los médicos, y menos aún los loqueros.

_ Bueno, usted saldrá de esto Óscar. Ah, y permítame decirle que no son loqueros, son psicólogos y psiquiatras.

Zuelima nota inquietud, pasa de habitar el campo de los sueños a transportarse a la más terrenal realidad.

_ ¡¡Said vuelve, Said!!
_ ¡¡Zuelima, Zuleima!! ¡¡Despierta!!

_ Si, si, ah Hanah, eres tú...

_ Si, soy yo Zuleima. Disculpa despertarte, pero estabas muy alterada, estar empapada de sudor...¿Tú encontrar bien?

_ Si, sólo era una pesadilla. Sólo eso.

_ Te traeré agua. Tenemos que ir a por Óscar, vamos hacia el hospital. En serio, ¿tú estar bien?. Estar pálida y tener muy mala cara.

_ Si, solo estoy un poco mareada. Nos tomaremos un té con ginseng antes de pasar al hospital, me dará fuerzas.

_ Vale, de acuerdo. Voy a prepararlo como me enseñaste. Perdona haya llegado así por la mañana, pasé la noche muy bonita, ya te contaré...

_ ¡¡Zuleima, Zuleima!! ¿Porqué lloras? ¿De verdad estar tú bien?
_ ¡¡Oh, Hanah!! A veces Alá nos pone pruebas tan duras...

_ Tranquila. Mira, mejor yo voy a buscar a Óscar, tú quedate aquí descansando...

_ No, yo prefiero ir a ver a Óscar.

_ Vale, pero tu algún día debes contarme quien es ese Said y porque tu tener pesadillas con él, cuando estés mejor....

CONTINUARÁ……………
Autores: Nayra del Rosario Hernández Benítez
Aarón Moreno Borges












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