viernes, 30 de enero de 2009

ZULEIMA, ARENA Y SAL.








Principios de febrero en las cumbres de Gran Canaria, los almendros en flor pueblan y embellecen el paisaje, dando color y aire de sosiego, agradable olor a naturaleza en pleno apogeo, fundidos en un ambiente de paz y armonía. Subiendo por la Vega de San Mateo, envueltas por la bruma en Las Lagunetas, el frío empieza a sentirse en la piel. Siguen ascendiendo hacia la Cruz de Tejeda, y al llegar al pueblo, Zuleima pierde su vista en el atardecer mirando al Roque Nublo y el Bentayga, sintiendo en su interior como crece más y más su emoción y tranquilidad. Sus ojos arabescos se mezclan con la calidez del cielo, en una sublime fotografía enmarcada en el recuerdo.

_ ¡¡ Hanah!! ¡¡Eh, ragazza!! ¿Te gusta Tejeda?
_ Si, Giancarlo, muy bonito.
_ Si, muy verde, a tu amiga también parece gustarle. Está tan concentrada en el paisaje. Es admirable.
_ Si, Zuleima ser muy espiritual. Dejadla que disfrute. Pasado mucho susto con lo de Óscar, ya mañana dar alta, por fin.
_ No conozco a Óscar, parece buon ragazzo, por lo que me has dicho. Si, otros no lo contarían, eh. Non sono razzista, pero hay mucha gente que si. Hablando de algo más alegre…Hanah, tu mi piaci, me gustas.
_ ¡¡Yo!! ¿Hablas en serio? ¿No te importa que ande con muletas?
_ No, no. Yo te valoro mucho.
_ ¡¡Pero, si hace solo una semana que nos conocemos!!
_ Si, ya sé que nuestro común amigo, Misha, nos presentó hace una semana. Te parecerá poco tiempo, pero mi piaci, cierto, eh. Mico cuore. ¿Aceptarías pasear esta noche conmigo por la playa de Las Canteras?
_ Bueno, no se que decir. Estoy algo impresionada.
_ Venga, acepta, bella.
_ Bueno, Giancarlo, si insistes tanto, vale, pero déjame contárselo a Zuleima antes, además estaremos poco por la playa, estoy algo cansada.
_ Vale, no te preocupes, amore. ¿Y tú crees que Zuleima entenderá que yo quiera pasear contigo?
_ Quizás le choque algo, pero ella es muy tolerante.
_ Bueno, pues esta noche ya sabes…Anda, vamos a comer algo, que hay hambre, vamos a decirle a Zuleima que vamos a almorzar, eh.
_ Si, vamos.

Las estrellas iluminan la noche lanzaroteña, Bergman y Juan han llegado a la Bella Isadora. Ella se muestra algo nerviosa y asustada, pero a la vez tranquila, pues confía en la mirada de Juan, en su mirada transparente y hospitalaria.

_ Ven, toma asiento. Te traeré hielo, toma, ponte esta chaqueta. Por cierto ¿Cómo te llamabas?
_ Natasha. Gracias por todo.
_ De nada, Natasha, bonito nombre. Me recuerdas a alguien, tienes un rostro muy familiar.
_ La gente aquí me conoce por Bergman. ¿La recuerda usted? ¿Le gusta el cine?
_ Si, se quién es. Si, me gusta el cine, ahora que lo menciona. Recuerdo ver películas suyas en el cine, allá, en las Palmas de Gran Canaria, cuando era más joven. Pude ver películas tan apasionantes como “Estromboli”, porque me recuerda esa isla al paisanaje canario décadas atrás, ya tan cascado ahora con edificios y chapuzas monstruosas. Que recuerdos... Vibré con esa película, tengo que admitir que antes se hacía mejor cine señorita…Ahora que te miro pues tienes razón, te les das un aire, eres muy guapa y pareces buena chica, no te mereces una vida tan dura.

Bergman responde con un sentido llanto que parece sumirla en la peor de las angustias.

_ Natasha, tranquila. Llora si quieres, pero tranquila. Te voy a calentar un puchero que hice ayer y te prepararé unas papas arrugadas con jareas. Verás que te sientan bien.
_ Gracias, pero no tener mucha hambre.
_ Come lo que puedas, mujer, y no te preocupes más, tienes que llenar el estómago.
_ Gracias, ¿por qué ser tan amable conmigo?
_ Verás, no me gusta ver a la gente triste. Procuro ayudar a los demás en la medida que yo pueda. Además, tengo que decirte, con sinceridad, que recuerdas a una mujer que quise mucho, la culpable de que este barco lleve el nombre de Isadora. También era mujer de la vida, como tú. Lo pasó muy mal, todo ese sufrimiento, en vez de hundirla más, la hizo una mujer más luchadora, adquirió fortaleza. Era una gran mujer.
_ Se ve que la quería mucho ¿Qué le pasó? ¿Murió?
_ No, que va. Desapareció un buen día, y no supe más de ella. La busqué por todas partes, pero no logré encontrarla. Querría ser un alma libre, escapar de esos inframundos. Me ha dolido mucho no saber de ella.
_ Ojala alguien me quiera así algún día….
_ Todo pasa y todo llega en su momento, Natasha. No desaparece. Paso primero es que te recuperes. Respeto el que no te hayas atrevido a decir quien te hizo daño, me gustaría ayudarte, por mi que no quede ese cuento, ya sabes, esto no puede quedar así. Es injusto. Ahora, ven, acércate para curar esa herida, tengo algodón y betadine, y algo de gasa.
_ Gracias, Juan.
_ Encantado de ayudarte. Puedes pasar una noche aquí, en el camarote, yo dormiré en la cubierta, la noche está buena y hace calor. Quiero despejarme un poco, la magua me puede señorita...
_ Gracias, pero no quisiera molestar.
_ Nada, nada, no molestas mujer. Disculpa mi atrevimiento… ¿acaso no quieres denunciar la paliza que has recibido porque no tienes papeles en España? ¿Estás ilegal?
_ No, no es eso. Hace tiempo tengo permiso de trabajo y residencia. No, no denuncio, porque no vale pena, sería peor para mí. No me gusta ir a policía.
_ Entiendo. Parece una historia de esas que dicen que son largas de contar… Come y descansa ahora. Mañanas seguimos hablando, si lo deseas. Puedes quedarte el tiempo que quieras. Estas en tu casa.
_ Gracias, Juan.
_ De nada, Natasha. Descansa ahora, todo lo malo pasará, ya verás.
_ Si, eso espero....

El último sueño de Óscar en el hospital pasa del sosiego a la pesadilla, cuando él revive de nuevo el momento de la cruel paliza. Y entre neblinas de tormento, violencia y humillación ve un rostro más claro que el de los demás matones. Un rostro de ojos pequeños y achinados, marcas de un acné encendido en las mejillas, cabecita enmarcada en un cabello negro, corto y ensortijado. De una mirada llena de odio y desprecio. Esa misma mirada y ese mismo muchacho anónimo que una noche más volverá a agredir a una persona inocente, algún hispano, negro o asiático, lo mismo da. No vale la pena que cualquier ciudadano de otro país vaya a pedirle explicaciones ante su proceder. Para él y su grupo no son bien recibidos, son escoria, desechos humanos…y encima encuentran entretenimiento en sus acciones, más aún si las nuevas tecnologías posibilitan difundir sus cometidos. Volverán a buscar una victima, un nuevo fin de semana, la noche es joven para ellos en las calles de Arrecife, sin que hasta el momento nadie haya hecho algo para evitar este vil divertimento....

CONTINUARÁ……………
Autores: Nayra del Rosario Hernández Benítez
Aarón Moreno Borges.

1 comentario:

Roberto García Fernández dijo...

Aarón y Nayra saludos desde desesperanza de no poderos seguir el relato completo ... porque la paternidad me tiene totalmente subsumido en quehaceres que me llevan casí las 24 horas .... háganme el favor de publicarlo y dedicarmelo ... je je je ....

Saludos y muchos te quieros para todas las mariposas , muaccccc
muaccc ,

Mariposas madres que valor teneis y cada día ´, cuando más lo pienso me pregunto de que pasta está hecha la Lourdes ... madre mia , impresionante .... Ánimo eres una heroína para mi. Un abrazo para todas