EL CALENDARÍO ESTÁ SALPICADO DE EFÉMERIDES LIGADAS A PROBLEMAS AMBIENTALES Y SOCIALES. SU MERA VISIBILIDAD PUEDE ARRANCAR COMPROMISOS.
JOAN CARLES AMBROJO
¿Sabía que hoy, 12 de agosto, es el Día Internacional de la Juventud, que el pasado sábado fue el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y que el 8 de septiembre será el Día Internacional de la Alfabetización? Más de un centenar de efemérides repartidas por los 12 meses del año tratan de sensibilizar a la población y remover conciencias sobre graves problemas como el hambre en el mundo o los efectos causados por el cambio climático. Los días, semanas, años y hasta décadas de dimensión internacional dedicados a alguna causa social han sido designados, en su mayoría, por las Naciones Unidas, la Unión Europea o diferentes organismos. Poco a poco, han ido ocupando el almanaque a modo de santoral laico. Sus loables objetivos nada tienen que ver con los mercantilistas días de la Madre o de los Enamorados, auspiciados por los avispados centros comerciales.
Para los entregados en cuerpo y alma a las actividades humanitarias, los días internacionales no son nada más que un recordatorio bienintencionado. ¿Hay que esperar al Día de los Derechos Humanos cuando hoy, precisamente el Día Internacional de la Juventud, podrían haber sido ejecutados Behnoud Shojaee y Mohammad Feda'i en Irán, dos jóvenes que fueron condenados a muerte tras ser declarados culpables de homicidios cometidos cuando eran menores de edad? Ninguno de ellos contó con una asistencia letrada adecuada durante el juicio, afirma Amnistía Internacional, que ha desplegado una campaña para salvarles de la horca. Lo que parece claro es que los días mundiales, "sobre todo el de los Derechos Humanos, son una percha que no desaprovechamos para llegar a los medios de comunicación y al gran público", asegura Yolanda Román, portavoz de Amnistía Internacional. "Tenemos que actuar todos los días".
Tan solidarias iniciativas, ¿tienen repercusión? ¿Cuántos son capaces de recordar cuándo se celebra el Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre), el Día Internacional del Mar (última semana de septiembre) o el Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre)? ¿Provocan mejoras económico-sociales? Seguro que a muchos les suena el Día Europeo Sin Coches, iniciativa que en los últimos años ha intentado escarbar conciencias sobre la necesidad de preservar el medio ambiente evitando los trayectos innecesarios en vehículos de motor. "No ha servido de casi nada", afirma Josep Comajuncosa, profesor de Economía de Esade. "El ciudadano no ha acabado participando porque está acostumbrado al coche, pero también porque, para conseguirlo, previamente se debería mejorar mucho el transporte público". Efemérides como los días D pretenden cambiar las opiniones de las personas, "y si inciden en pautas de comportamiento, pueden tener efectos sobre la economía, pero a largo plazo", añade Comajuncosa.
Entonces, ¿quizá somos más receptivos hacia las grandes fracturas sociales?
Fuente: leer más en http://www.elpais.com/articulo/sociedad
No hay comentarios:
Publicar un comentario