sábado, 28 de junio de 2008

¿QUIÉN LOS ENTIENDE? DISCURSOS CONTRADICTORIOS



España: la flexibilidad de los inmigrantes ayudará en la crisis
Tienen menores exigencias salariales y pueden reinsertarse.

Gabriela Paz y Miño.
Corresponsal en España .

Sueldos bajos, contratos temporales, falta de redes sociales que los apoyen en una situación de desempleo (lo que los obliga a aceptar otros trabajos aun mal pagados), mayor movilidad.
Estos rasgos de la situación laboral de miles de inmigrantes en España, paradójicamente, serían un paliativo para enfrentar el ciclo de desaceleración en este país.
Así lo cree el Banco de España, que ha dedicado un capítulo de su informe anual del 2007 a este tema.
Según la entidad, la inmigración ha aportado flexibilidad al mercado laboral español.
Y esto es una suerte de ‘colchón’ en esta coyuntura económica.
En la península, el número de extranjeros desempleados alcanzaba hasta abril de este año las 248 000 personas, de las cuales 65 749 corresponden al sector de la construcción.
En total, 165 217 foráneos son beneficiarios de las prestaciones del paro. Los primeros en este grupo son los marroquíes y segundos, los ecuatorianos.Las perspectivas no son alentadoras y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha admitido que la economía española crecerá en torno al 2% en 2008.
Y su Ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha señalado que la tasa de desempleo en el 2009 podía llegar a un 9%. En ese año se prevé que haya 375 000 parados más, lo que situaría la cifra en 2, 5 millones de desempleados (nacionales y extranjeros).
Según Corbacho, España ya está entre los países de la UE con una tasa de inmigración más elevada, con 4,5 millones de ciudadanos.
¿Pueden los trabajadores inmigrantes –que ocupan el 14% de los puestos de trabajo en España- reducir el impacto del frenazo económico?
Rafael Pampillón, profesor del instituto de empresa Business School, de Madrid, cree que sí. “Muchos inmigrantes tienen, efectivamente, menores exigencias salariales y pueden reinsertarse en trabajos, con mayor probabilidad que los españoles”.
En una línea distinta se ha expresado el ministro Corbacho, para quien “el último que llega a un trabajo es generalmente el primero que se va. Y ese es generalmente el inmigrante”. Por eso, el Gobierno ha diseñado el Plan de Retorno Voluntario y prevé que entre 15 000 y 20 000 extranjeros que cobran las prestaciones de desempleo retornen a sus países.
El resto del colectivo –confía el Banco de España- tendría una capacidad mayor para reubicarse en esta crisis. “La última encuesta de población activa muestra que, aunque el paro aumenta en la población inmigrante, la ocupación en este mismo colectivo también. Esto se debe a que siguen entrando muchos inmigrantes, alrededor de 700 000 anuales, y muchos se ubican en el mercado de trabajo. El porcentaje de los que demandan trabajo es menor en relación con los que llegan. La ocupación sí disminuye, en cambio, entre la población española”.
La formación para la recolocación de los desempleados en otras ramas de trabajo es una de las estrategias que ha anunciado el Gobierno español. En este tema, según Pampillón, los inmigrantes también llevan ventaja: “Hay mucha gente que ya se está recolocando, sobre todo como empleada de hogar. También hay muchos extranjeros que engordan las cifras de la economía sumergida: si cada año entran unos 700 000, y quienes cotizan a la Seguridad Social llegan a cerca de 300 000, ¿dónde están los demás? A pesar de las sanciones, en una situación de crisis, cuando los empresarios deben reducir costes, algunos prefieren correr el riesgo de contratar personas sin papeles, que trabajan por menos”.
El colectivo no es homogéneo Gregorio Izquierdo, director de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, cree que pensar que la inmigración tendrá una reacción única a la crisis es un error. “Puede ser que un trabajador inmigrante sea más flexible para cambiar de ocupación o lugar de residencia, en función de sus circunstancias laborales. Pero no todos reaccionan igual: hay extranjeros consolidados, integrados en España, que tienen residencia, familia y cuyo comportamiento sociolaboral es parecido al del español. Son, además, trabajadores más antiguos, a quienes costaría más despedir”.
Este colectivo está menos dispuesto a acomodarse en niveles salariales menores y es probable que permanezca en el paro.
Ese “reacomodo”, cree Izquierdo, se produciría entre quienes han llegado después y han sido expulsados. “Hay escasez de mano de obra, por ejemplo, para cuidar gente mayor o niños. Quizás un oficial de construcción no pueda ubicarse fácilmente, pero alguien más joven, con otro perfil, sí”.
El paro afecta menos a los extranjeros.
Los inmigrantes han demostrado mayores posibilidades de ubicarse en otro tipo de empleos.

Foto:Archivo / EL COMERCIO
FUENTE:
ver:Directiva euronazi de la vergüenza

1 comentario:

Maribella dijo...

INTERESA PERO NO INTERESA, SON RENTABLES, NOS SALEN BARATOS, PERO SON PERSONAS, ESO ES LO CONTRADICTORIO.