sábado, 28 de junio de 2008



Las mafias enseñan a nadar a los inmigrantes para alcanzar la costa de Ceuta.

Más de 30 subsaharianos han sido detenidos en los dos últimos meses cerca de las aguas ceutís cuando intentaban la travesía a nado desde las costas marroquíes.



Jóvenes marroquíes contemplan Ceuta desde una colina en la ciudad fronteriza de Fnidq, Marruecos. /ARCHIVO
El sueño europeo de la inmigración irregular pasa ahora por saber nadar o al menos mantener a flote en el agua. El ingenio de las redes que trafican con los seres humanos parece no tener límites y el nuevo método para la introducción de inmigrantes de forma irregular en España pasa por enseñarles a nadar para que puedan alcanzar las costas de Ceuta desde Marruecos. El precedente lo encontramos en los cientos de mexicanos que cruzan el Río Grande de Nuevo Laredo, frontera entre México y EEUU.
Más de 30 inmigrantes subsaharianos han sido detenidos en los dos últimos meses cerca de las aguas de Ceuta cuando intentaban la travesía a nado desde las costas marroquíes, aprovechando principalmente las horas de la madrugada, según los datos aportados por la Guardia Civil.
Muchos de estos inmigrantes suelen llegar a las inmediaciones de la frontera con Ceuta sin saber nadar, por lo que antes de realizar la travesía clandestina se entrenan en las playas de Marruecos junto a improvisados monitores de natación que les dan unas nociones básicas.


Menos de 500 metros separan Marruecos de Ceuta
La Guardia Civil tiene constancia, por el testimonio de algunos de estos inmigrantes, de que reciben las clases en los días previos al cruce clandestino, después de ser informados de la dificultad de acceder por tierra por la vigilancia en los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre. Los inmigrantes han optado por sustituir las alambradas por el mar convencidos por las mafias de que es un método más sencillo y menos arriesgado, según ha explicado un portavoz policial.
Una distancia de menos de quinientos metros separa las costas marroquíes de las ceutíes para que los inmigrantes puedan continuar el sueño europeo, después de su largo periplo por los países africanos. La mayoría de los pases clandestinos a nado suelen estar protagonizados por inmigrantes de Guinea, Sudán, Costa de Marfil o Liberia y no hay término medio de duración de la travesía. Según el testimonio de un inmigrante de Guinea a la Guardia Civil, empleó más de una hora en alcanzar la costa.
Además, los inmigrantes suelen estar acompañados por elementos habitualmente utilizados en las playas como aletas o flotadores, además de otros elementos flotantes que les son entregados por las redes ilegales. Si el inmigrante quiere llevar un traje de neopreno el pase se encarece ya que esta pieza suele costar unos 300 euros y debe ser dejada en la misma playa, donde es recogida por otro miembro de la organización ilegal, según el testimonio de un inmigrante subsahariano alojado en el Centro de Estancia Temporal.

1 comentario:

Roberto García Fernández dijo...

....y el capitalismo le enseña donde está el dorado...

Un abrazo a todas , las hecho de menos