domingo, 25 de noviembre de 2007

LOS INMIGRANTES Y LA DELINCUENCIA EN PRENSA. UNA
IMAGEN DISTORSIONADA

Cristina Villalobos
Grupo de Investigación en Comunicación y Cultura
Departamento de Periodismo
(Universidad de Sevilla)

El fenómeno migratorio se ha convertido en los últimos años en el Estado Español en una realidad de entidad demográfica, que está teniendo además un tratamiento mediático continuado y extensivo. Desde los medios de comunicación se aborda tal realidad como un
problema vinculado con la delincuencia.
El presente trabajo analiza en los dos periódicos de referencia de tirada nacional, El País y El Mundo, el volumen, la intensidad y el tono de los textos publicados en el año 2002 en los que el
vínculo discursivo entre las categorías delincuencia e inmigración sea de entidad.
El 2002 supuso un salto cualitativo en este tipo de textos periodísticos aparecidos en las dos cabeceras de referencia, pues aparecen textos que se hacen eco de declaraciones políticas, de
cifras estadísticas... en los que existe una vinculación explícita entre el fenómeno inmigratorio y el delictivo, con la acusación poco matizada de que el incremento de la delincuencia estaba
relacionado con el aumento del número de inmigrantes. Este tipo de información periodística se añade a la ya tradicional, narración de sucesos violentos y/ o delictivos en la que se hace énfasis en la nacionalidad de origen o el color de la piel del agresor, a pesar de que los códigos deontológico desaconsejan su uso porque este tipo de informaciones implican formas periodísticas más o menos veladas de racismo implícito e institucional.
Además, la investigación analiza la responsabilidad social de la prensa en la (re)producción del consenso (étnico) - su capacidad de fijar y (re) producir una idea de inmigración sesgada y
problemática- y las estrategias discursivas que llevan a los lectores asumir esta generalización.
Relacionar discursivamente la inmigración con la delincuencia puede llegar a tener profundas repercusiones además de en la imagen de los inmigrantes y en sus vidas cotidianas o en la sensación de inseguridad ciudadana, en las prácticas sociales, y en especial en la labor punitiva y represiva del sistema penal. Como argumentan las teorías criminológicas más actuales, los estereotipos y prejuicios raciales están filtrados en todas las instancias sociales, y por supuesto
también en los ámbitos de decisión del sistema penal, lo que lleva en parte a la sobrerrepresentación de los migrantes en nuestro sistema penal, tanto como víctimas como culpables, aunque las cifras de esa sobrerrespresentación que los teóricos del delito manejan sean infinitamente menores a las alarmistas que se publican en prensa.

No hay comentarios: