domingo, 12 de febrero de 2012

FÁCIL ES RECETAR, PERO DIFÍCIL CURAR...

Como decía, me llamo Juan Pablo Castel. Podrán preguntarse qué me mueve a escribir la historia de mi crimen (no sé si ya dije que voy a relatar mi crimen) y, sobre todo, a buscar un editor. Conozco bastante bien el alma humana para prever que pensarán en la vanidad. Piensen lo que quieran: me importa un bledo; hace rato que me importan un bledo la opinión y la justicia de los hombres. Supongan, pues, que publico esta historia por vanidad. A fin de cuentas estoy hecho de carne, huesos, pelo y uñas como cualquier otro hombre y me parecería muy injusto que exigiesen de mí, precisamente de mí, cualidades especiales; uno se cree a veces un superhombre, hasta que advierte que también es mezquino, sucio y pérfido.
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Existió una persona que podría entenderme. Pero fue, precisamente, la persona que maté....

AUTOR: Ernesto Sábato, fragmento de la novela "El túnel", Colección Millenium, 1999. Madrid.
FOTOGRAFÍA: Aarón Moreno Borges

2 comentarios:

Nuria Hernández Abrante dijo...

Interesante fragmento que no deja indiferente al que lo lee. A mi me hace reflexionar sobre la complejidad del comportamiento humano y sus contradicciones... no somos perfectos ni debemos serlo, no debemos intentar entender a otro desde la moral o juzgarle porque tampoco somos jueces... sino intentar desarrollar nuestra capacidad para ponernos en el lugar del otro, desde una posición igualitaria, "fácil de recetar díficil de curar" si observamos podemos llegar a identificar pero tener la capacidad de entender al otro y sus comportamientos es más una capacidad humana que otra cosa.
Gracias por compartirlo a mi me ha hecho pensar. Un abrazo

Aarón dijo...

A ti, Nuria, por evocar esas ideas...es lo que tiene la Literatura...la magia de la ficción extrapolada a la realidad del día a día...Hasta pronto compañera.