domingo, 3 de abril de 2011

LUNA


En su circunferencia perfecta, la Luna se siente fea. Cuando sale nadie la mira. Los hombres alzan su cabeza hacia las estrellas, ésas que ni originalidad tienen, pues son todas iguales. ¿Qué pueden dar ellas a la humanidad? La Luna ilumina sus ojos en la oscuridad. Sirve como musa a millares de soñadores y ha estado más próxima a ellos que las estrellas a mil años luz. A veces, se siente tan abandonada que crea maremotos sólo para ser recordada y mencionada con odio.


No siempre fue así. Lo cierto que una vez, un hombre se enamoró de ella, con tal admiración que la necesitaba para vivir. Ese humano la observó en el momento en que las nubes rozaron su plateada cara, sumiendo a la humanidad en un breve estado de ceguera, para luego seguir sus caminos. Así la Luna brilla con más fuerza para devolverles la vista. Fue ahí cuando sus rayos, puros y gélidos, captaron todos los sentidos de su enamorado. La Luna estaba maravillada por poder, al fin, cautivar a alguien. Él la miraba y ella lo miraba.



Pasó mucho tiempo hasta que la Luna inmortal se dio cuenta de que su hombre había cambiado. Pensó que por ella él había cambiado su amapolado pelo por el mismo color de su brillante plateado. Creía que su piel, arrugada y colgada, también era por ella, craterosa y sostenida. Y, aunque ya casi no podía moverse, se quedaba echado para contemplarla, fiel a su amada. Si hubiera podido, ella hubiera llorado de felicidad, incluso, pensó en pedirle un favor a las nubes... Pero desechó la idea, pues si llovía el humano se marcharía y eso no lo quería.


Una noche, como otra cualquiera, él la contemplaba cantando elegías para su amada, que ella escuchaba con éxtasis. Se extrañó cuando dejó de cantar, pero no importaba porque él seguía mirándola.


Y al alba, cuando la Luna ya se marchaba dando un suave soplo a su amado, su hermano le dijo que mirara a aquellos hombres que llevaban a su humano. Se había ido para siempre. Ella gritó y maremotos creó. Turbó a la humanidad, la culpaba por ser unos seres tan débiles.


Por eso la Luna ya no brilla como antes y la humanidad está tan ciega, que no sabe por dónde ir en la oscuridad.


Autor: Liam Preinz Gracci, relato publicado en la revista universitaria "Puzzle de sombras", nº2, año 2010.

Modelo: Anónimo (agradecido por su participación desinteresada y a altas horas de la madrugada)

Fotografía: Aarón Moreno Borges

*En palabras de Liam a la pregunta de porqué escribe, responde ..."porque mis emociones más recónditas sólo quieren salir en tinta. No les gusta el aire"...

6 comentarios:

Maeva dijo...

Hola Aarón!! lo primero de todo, disculpa que no haya pasado las últimas semanas, pero como ya te he dicho, al no salirme en el escritorio, siempre me despisto, a pesar de que siempre lo tengo apuntado, pero se pasan los días y me voy quedando sin tiempo, perdona!!!!!
He leído las entradas que me había perdido, y veo que abundan sobre todo los relatos, preciosos todos, y sobre todo originales, ¿de dónde los sacas? ¿conoces a los autores o los ves en revistas y libros?

besos!

Aarón dijo...

Buenas tardes Maeva, no te preocupes compañera, bastante ajetreada estarás, tus visitas aquí no cuentan el factor tiempo, sino la buena intención, y tu apoyo aquí siempre es bienvenido. A mi, sabrás, me ocurre también con tu blog, me encanta, pero mis comentarios son esporádicos, pero seguiré opinando porque tu blog tiene brío y algunos post me satisfacen.

Agadecido de que hayas tomado tiempo para leer lo que aquí cuelgo. A tus preguntas seré breve; mitad y mitad, algun@s los conozco en persona y otros no, pero mantengo contacto con ell@s al residir en otros lugares, siempre pido permiso, eso sí. También de lo que me haya llamado la atención en mis lecturas cotidianas..., aún así intento contactar con el escibano, editorial, etc. Todo ello en mis ratos libres, claro está. Las fotos corren ya de mi cuenta, doy libertad al personal que ha posado y agradezco siempre su implicación desinteresada. Servidor apredende bastante en cada post aquí publicado.

Me alegra tu observación Maeva, gracias, de nuevo, por dar un paseito virtual por este blog. Como digo, hospitalidad aquí encontrarás. Un abrazo fraternal compañera.

Kamra dijo...

la luna nos ilumina en la oscuridad. Nos recuerda el amor, a nuestro amado.

Aarón dijo...

¡¡Dardo!! Kamra, y añado que también acompaña en horas diurnas...
Un abrazo fraternal compañera.
Gracias por tu visita.
Hasta pronto.

LadySuchard dijo...

Precioso este texto, además me trae recuerdos preciosos aún que un tanto nostalgicos...
la luna siempre ha tenido un significado especial para mí y es que cuándo estas en la distancia te das cuenta que lo único que compartes con las personas que quieres es la bella luna.
Un gran abrazo Aarón.

Aarón dijo...

Me agrada que te haya pellizcado la curiosidad este texto LadySuchard, asi es Liam, así lo siente... Si, la Luna es nuestro astro común, lo ves, y lo puedes compartir con quien quieras, estés donde estés, en soledad buscada, en soledad encontrada o en compañía frugal, y también es compañía espiritual... Piensa que la nostalgia es un valor añadido porque es algo que has pasado y del que creces tarde o temprano interiormente...
Gracias por tus aportaciones LadySuchard.
Un abrazo fraternal compañera.