domingo, 14 de febrero de 2010

ZULEIMA, ARENA Y SAL





El sentido común no es tan común.
(Voltaire)
Hay dolores tan grandes en el alma que apenas pueden describirse, no hay suficientes palabras para describir las montañas internas colisionando por terremotos de soberbia, orgullo y cinismo. Las tormentas internas muchas veces son peores que las externas, tormentas externas reflejadas en ríos de agua, cataratas renaciendo del lacrimal, y las internas llenas de angustia y soledad.
Said está destrozado, necesita hablar con Zuleima, confesarle su verdad. Su mentira ya es demasiado grande y le corroe las entrañas. Por eso no duda en mandar una nota con una muchacha al servicio de Sidi Alí, a su prometida, para encontrarse con ella en un lugar seguro y demostrarle su verdadero yo, quitándose su máscara ante sus ojos. Prefiere su odio, su desprecio, su mirada de abandono, antes de desaparecer sin dar ninguna explicación y entregarle el cinturón de oro que toda novia ha de recibir como muestra del verdadero amor que siente por ella.

En ella, en su reacción, en su respuesta, en sus propias manos cubiertas de henna está escrito su propio destino, el destino de Said Rashid. Grabado a fuego en su corazón desde el primer día que los ojos profundos y enigmáticos de ella se clavaron en los suyos...............................

CONTINUARÁ.........................
Autores: Nayra del Rosario Hernández Benítez
Aarón Moreno Borges

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