domingo, 31 de enero de 2010

ZULEIMA, ARENA Y SAL







Soy quien creo ser no quien quiero ser.
Anónimo
Al ambos contrayentes obrar conforma a su voluntad, se procedía a tomar juramento.

"Si bien juráis Alá es testigo y el os dé su gracia.
Asimismo, si mal juráis,
Alá os destruya y no os dé su gracia".

Sidi Alí procedió entonces a decir la azora XXXVI del Corán de la siguiente manera:

"Ya, sin, ¡Juro por el Corán Sabio!
Cierto tú estás entre los enviados,
en el camino recto...."

Entonces procedieron a firmar el acta matrimonial y fijar la fecha de la boda, un año después, para que Zuleima preparara un buen ajuar y el novio una buena vivienda.

En los días que acontecieron después afloraron de nuevo los conflictos internos de Said. Eran pocas las noches en las que podría conciliar el sueño pensando en todos los muertos y todo el daño que llevaba a sus espaldas al comenzar su venganza. Quizá ya era tiempo de abandonarla e intentar empezar una buena vida junto a su enigmática y bella prometida o quizás debía seguir en el grupo de los Hermanos Musulmanes, ganar más confianza, escalar puestos para llegar a ser el brazo derecho de su superior y luego poder delatarlos.... ¿Pero cuánta sangre tendría que ser derramada todavía para eso?....¿Resistiría o se volvería completamente loco?............................
CONTINUARÁ.........................
Autores: Nayra del Rosario Hernández Benitez
Aarón Moreno Borges.

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