viernes, 18 de diciembre de 2009

ZULEIMA, ARENA Y SAL





En la vida todos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible, un sueño inalcanzable y un amor inolvidable."
(Diego Marchi)

Zuleima se siente rota. Zuleima se siente vacía. Se siente sola, triste y abatida. Es entonces cuando cierra los ojos y se recuerda veinticinco años atrás, cuando llegó a casa de Sidi Alí, siendo muy niña, tras fallecer sus padres.
Aquel día era un día gris, de impredecible lluvia y remolinos en el desierto. Llevaba unas sandalias viejas y raídas, regalo de su padre, que Zoraide intentaría cambiarle más tarde y nunca conseguiría hacerlo. Llevaba el pelo negro ensortijado, sus ojos profundos y oscuros, espejo de melancolía y tristeza y entre sus brazitos apretaba con fuerza un laúd que se convirtió en fiel compañero de vida. Desde el primer momento tanto Sidi Alí como Zoraide se percataron de la fuerza de carácter de la niña, de la sabiduría y magnetismo que generaba a su alrededor, ya fuera con el personal de servicio, con las plantas, con todo lo que estaba a su alcance. Zuleima Arkabi era una niña especial, que se convertiría en una mujer especial que viajaría a otras tierras adquiriendo madurez y gran sabiduría que Zoraide descubriría con su intuición y con la lectura de los pozos de café. Pero también una mujer que sufriría mucho por la bondad y sensibilidad de su carácter y por un amor prohibido que perduraría más allá de los tiempos....................

CONTINUARÁ.................
Autores: Nayra del Rosario Hernández Benitez
Aarón Moreno Borges.

No hay comentarios: