Pide que se evite obstruir las vías respiratorias o impedir la visión o la audición de los inmigrantes durante las procesos de repatriación, tras investigar el protocolo de la Dirección General de Policía.
El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, ha abierto una investigación al protocolo de la Dirección general de la Policía para los casos de repatriación, tras el cual ha pedido al Ministerio del Interior que se supriman las medidas coercitivas que se llevan a cabo en estas operaciones con los inmigrantes, como obstruírles las vías respiratorias o impedirles oír o ver.
La investigación arrancó en la Oficina del Defensor del Pueblo por la llegada de la denuncia de una ONG que alegaba que alguna de las indicaciones del protocolo investigado podrían estar vulnerando los derechos humanos de los detenidos, poniendo como ejemplo la muerte de un ciudadano nigeriano que falleció por asfixia mientras era repatriado.
La investigación encabezada por Enrique Múgica comprobó que el protocolo de la Dirección General de Policía se mostraba ambiguo en ciertos aspectos y no especificaba detalles sobre las circunstancias concretas en las que diversos medios y técnicas de inmovilización podían ser utilizados, haciendo mención también a instrumentos coercitivos como cascos, camisas de fuerza o cintas adhesivas.
Por estos motivos, la Oficina del Defensor del Pueblo ha pedido por escrito a la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil la modificación de la Resolución de 1 de octubre de 2007 del citado protocolo para incluir un artículo que impida de forma expresa que las medidas coercitivas tomadas en los procesos de repatriación dificulten la respiración, visión o audición de las personas repatriadas.
La Dirección General de la Policía y la Guardia Civil ha contestado que ha cursado las instrucciones a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras para que el contenido del Protocolo de Actuación se reinterprete conforme a las recomendaciones del Defensor del Pueblo.
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