viernes, 19 de diciembre de 2008

ZULEIMA, ARENA Y SAL







Zuleima se despertó sudorosa. Había tenido una nueva pesadilla con Said. Se despertó tan angustiada y con tanto dolor en el pecho que pensó que lo único que le aliviaría, en ausencia de un laúd con que tocar relajantes melodías, sería la danza. Tras este mal sueño, refugió su espalda en un batín para que el sereno de la noche no la resfriara al pasar por el patio y se dirigió a la habitación donde guardaba los trajes de danza, regalo de su amiga Odalisca. Siempre había admirado el carácter vital, la libertad e independencia de la que gozaban las bailarinas. Eran respetadas y admiradas al bailar, pero ningún hombre las tomaría en serio o en matrimonio, lo cual para muchas de estas mujeres era una vía a la libertad y a la independencia con respecto al sexo masculino.

Muna le había enseñado varias danzas a Zuleima como "la Danza de la Serpiente", "la Danza con Espada", "la Danza con Crótalos de fuego" y "la Danza de los Siete Velos", la preferida de Zuleima. Presurosa tomó el traje de danza del armario, la falda de doble capa azul turquesa y velo anudado a la cintura en pañuelo beduino triangular y pequeñas monedas doradas, el sujetador y la cintura bordados en pedrería y oro. Suelto su largo cabello negro, adornó sus brazos y tobillos con brazaletes, procedió a cubrirse con los velos, mientras colocaba en un viejo tocadiscos un disco de vinilo de música árabe.

Zuelima comenzó a danzar, cerró los ojos y se imaginó en el desierto del Sahara, primero corriendo sola en libertad y luego con Said. Imaginó como hubiera sido el día de su boda, con una danzarina egipcia y sus candelabros de fuego abriendo el cortejo nupcial, acto seguido vio como Said le daba los tradicionales dátiles y leche y ella a él y, con posterioridad, la noche de bodas tan deseada, y que nunca llegó, donde él untaba sus pies en agua de azahar y rosas mientras declaraba su amor.
La música sonaba y sonaba cada vez más enigmática y mágica.
Azez alayan-nom, tefak ala bali (me cuesta conciliar el sueño, tu espíritu está en mi mente)
Gheres-sale wes-som, may sab’boruh wali (nada salvo el ayuno y la creación hacen que pueda soportar este dolor)
Halef ma kunt ah’wak, lo mal Gales yeh’wak (juré no amarte más si mi corazón es capaz de dejar de amarte)

Fuera empezaba a llover y Hanah, preocupada por Óscar, intentaba conciliar el sueño mientras dibujaba en carboncillo, de memoria, las siluetas volcánicas del Parque Nacional de Timanfaya, y pensaba que al día siguiente no dejaría de visitar la tetería de la enigmática mujer de la que le había hablado Óscar en su nota.

CONTINUARÁ……………

Autores: Nayra del Rosario Hernández Benítez
Aarón Moreno Borges.

3 comentarios:

Aarón dijo...

HOLA CHIC@S. APROVECHO PARA DESEARLES UNAS FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS, AGRADECIÉNDOLES DE ANTEMANO LA OPORTUNIDAD QUE ME BRINDAN PARA PODER PUBLICAR CADA VIERNES EN ESTA VENTANA ABIERTA AL MUNDO Y A LA RAZÓN, AMEN DE PASAR RATOS AGRADABLES CUANDO NOS VEMOS Y CHARLAMOS. SALUDOS Y RECUERDOS. UN SENTIDO ABRAZO AL MARIPOSARIO AQUÍ CONCENTRADO Y AL COMPAÑERO ROBERTO. HASTA PRONTO.

Guadalupe dijo...

BUENAS NOCHES AARON!!
IGUALMENTE TE DESEO UNA FELIZ NAVIDAD A TI Y A TU FAMILIA.
ESPERO VERNOS EL PROXIMO AÑO Y PODER HABLAR MAS SOSEGADAMENTE, PUES LO DE OBITEN FUE MUY ATROPELLADO.
MILES DE ABRAZOS DE MARIPOSA PARA NUESTRO ESCARABAJO FAVORITO.

Roberto García Fernández dijo...

YO NO FELICITO ,... OS DESEO UN FELIZ AÑO Y QUE OS TOQUE LA LOTERIA DEL TRABAJO O DEL JUEGO ´

UN SALUDO A TODAS /0S ....

OS QUIERO