¿Sindicalismo de clase?
Eduardo Pérez
Diagonal
CC OO publica un cómic pagado por grandes empresas semanas antes de un congreso del que no se esperan muchos cambios.
Un posible indicador del bajo nivel de combatividad de los sindicatos mayoritarios españoles podría ser Sueños de vida, el cómic-guía de “buenas prácticas para trabajadores inmigrantes” presentado por Comisiones Obreras el pasado 23 de noviembre.
Diagonal
CC OO publica un cómic pagado por grandes empresas semanas antes de un congreso del que no se esperan muchos cambios.
Un posible indicador del bajo nivel de combatividad de los sindicatos mayoritarios españoles podría ser Sueños de vida, el cómic-guía de “buenas prácticas para trabajadores inmigrantes” presentado por Comisiones Obreras el pasado 23 de noviembre.
El cómic está pagado por publicidad de grandes empresas como Coca-Cola, Vips, El Corte Inglés, la ETT Adecco, Carrefour o Iberia. Cada una de ellas puso 9.000 euros para la causa. Cuestionado por la prensa sobre la posible contradicción que entrañaría esta vía de financiación, José María Martínez, secretario general de la Federación de Servicios Financieros y Administrativos del sindicato, reconocía que esto podía “chocar”. Aunque el Gobierno de Castilla-La Mancha también ha aportado fondos, Martínez se congratulaba de que la guía no ha costado “ni un duro” a los contribuyentes. En su línea iba el secretario general de CC OO, José María Fidalgo: “Es mejor hacerlo así que no hacerlo”.
Siguiendo este razonamiento, los contribuyentes deberían agradecer a la organización sindical tanto su fomento de las “buenas prácticas” como que éste no dependa del dinero público. También es cierto, sin embargo, que los contribuyentes pueden darle una vuelta más al asunto y plantearse en qué se gasta CC OO las subvenciones del Estado.
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales concedió durante el año 2007 un total de 7,28 millones de euros a Comisiones Obreras, según una resolución publicada por el Boletín Oficial del Estado el 13 de enero de este año. No obstante, de las palabras de Fidalgo se desprende que no es suficiente para afrontar los gastos de edición y difusión de un cómic. El otro argumento utilizado por Martínez y Fidalgo es la impoluta política laboral de las empresas anunciantes.
“A nosotros no nos molesta que aparezcan empresas, siempre que tengan buenas prácticas”, indicaba el primero. Nadie le preguntó si se refería a las acusaciones contra Coca-Cola de asesinato de sindicalistas colombianos, o a la infinita lista de condenas judiciales contra Vips, Iberia o El Corte Inglés por discriminación sindical, sexual, etc. Muchas de estas sentencias provienen, curiosamente, de denuncias de las secciones sindicales de CC OO. En la misma presentación del cómic se les prohibió la entrada a afiliados del sindicato que intentaban repartir panfletos en los que denunciaban la precariedad y la situación de explotación laboral en Vips, Carrefour y el Corte Inglés
Siguiendo este razonamiento, los contribuyentes deberían agradecer a la organización sindical tanto su fomento de las “buenas prácticas” como que éste no dependa del dinero público. También es cierto, sin embargo, que los contribuyentes pueden darle una vuelta más al asunto y plantearse en qué se gasta CC OO las subvenciones del Estado.
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales concedió durante el año 2007 un total de 7,28 millones de euros a Comisiones Obreras, según una resolución publicada por el Boletín Oficial del Estado el 13 de enero de este año. No obstante, de las palabras de Fidalgo se desprende que no es suficiente para afrontar los gastos de edición y difusión de un cómic. El otro argumento utilizado por Martínez y Fidalgo es la impoluta política laboral de las empresas anunciantes.
“A nosotros no nos molesta que aparezcan empresas, siempre que tengan buenas prácticas”, indicaba el primero. Nadie le preguntó si se refería a las acusaciones contra Coca-Cola de asesinato de sindicalistas colombianos, o a la infinita lista de condenas judiciales contra Vips, Iberia o El Corte Inglés por discriminación sindical, sexual, etc. Muchas de estas sentencias provienen, curiosamente, de denuncias de las secciones sindicales de CC OO. En la misma presentación del cómic se les prohibió la entrada a afiliados del sindicato que intentaban repartir panfletos en los que denunciaban la precariedad y la situación de explotación laboral en Vips, Carrefour y el Corte Inglés
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