Tifariti, la capital del Sahara liberado por el Frente Polisario, ha celebrado ARTifariti 2008, un encuentro artístico donde han participado artistas saharauis, españoles, latinoamericanos y argelinos.
Con motivo de reivindicar el respeto por los derechos humanos y los pueblos, ARTifariti 2008, organizado por el Ministerio de Cultura de la RASD y la Asociación de Solidaridad con el Pueblo Saharaui de Sevilla, ha acogido a artistas saharauis, españoles, latinoamericanos y argelinos en Tifariti, capital del Sahara liberado por el Frente Polisario, situada a 60 kilómetros del muro minado construido por Marruecos para separar en dos el territorio saharaui. La convivencia con familias saharauis y el rico intercambio de experiencias con los artistas locales permitió a los creadores acercarse a la problemática a las demandas de la población, convirtiéndose en altavoces de su causa y potenciando la creatividad de las propuestas, realizadas con los escasos medios materiales y técnicos disponibles en el territorio y bajo unas condiciones extremas de vida. Por ejemplo, Isidro López Aparicio vivió 24 horas de frío y viento en un agujero de dos metros de profundidad, vestido con la Darraa, el traje tradicional saharaui, para denunciar el aislamiento que sufre este pueblo y, posteriormente, se subió a una plataforma elevada desde donde regó agua atomizada a los asistentes para invitar a la comunicación y a la esperanza.Por su parte, Eva Lootz planteaba, con su instalación 'Luz para todos', la necesidad de promover el desarrollo del pueblo saharaui, a través de un programa de promoción de la energía solar, que mejore sus duras condiciones de vida.Además, con motivo de la firma en Oslo de un acuerdo internacional para la prohibición de las bombas de racimo, los artistas participantes denunciaron en sus creaciones, elaboradas en algunos casos con restos de material bélico, la amenaza de artefactos explosivos que sufre el pueblo saharaui que habita los territorios liberados y las zonas próximas al muro de la vergüenza sembrado por más de tres millones de minas antipersona. En este sentido, la ONG Land Mine Action, responsable de los trabajos de desactivación de explosivos que se realizan en el Sahara Occidental liberado, invitó al artista Federico Guzmán, quien creó 'El muro de la vergüenza', una obra que funciona como grito de denuncia de la situación y que contiene un plano didáctico como catálogo de los distintos tipos de bombas existentes en la zona para que los niños puedan reconocerlas y no confundirlas con juguetes.El encuentro, que contó con numerosas intervenciones artísticas, finalizó con el solicitamiento de los saharauis a los artistas extranjeros de que no los olvidaran y que difundieran su causa por el mundo, un compromiso que firmaron todos antes de su vuelta a casa.
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