viernes, 28 de noviembre de 2008

"ZULEIMA, ARENA Y SAL"







Mientras el atardecer sucumbía en Puerto del Carmen dejando paso a una clara noche de luna llena, el joven músico, quien se había presentado como Óscar Carrillo, cantautor, trompetista y guitarrista de origen cubano y antepasados isleños, bebía plácidamente el té mientras seguía conversando con Zuleima.
_No se lo tome a mal, Zuleima, pero tiene "usté" unos ojos preciosos y una mirada limpia y profunda. Parece que me pudiera ver enterito hasta el último hueso, y leer mi alma.
_Mi tío Sidi Alí decía "al mirar a tus semejantes no te pares en lo físico del ser humano, vé más allá, lee el aurea que lo rodea, solo así podrás llegar a su alma y entenderlo. Así evitarás poner por encima de las cualidades humanas sus defectos físicos".
_Sabias palabras las de su tío, si señor. No peca de falta de razón el amigo.
_Un gran hombre, un gran señor. Esas palabras y los atardeceres que disfruté en el Sahara de niña me incitaron a ser más observadora y a contemplar a los demás con una mirada más profunda.
_Sabe, esa sabiduría de la que hace gala ese tío suyo me recuerda a mi abuelo, en paz descanse y que El Señor lo tenga en su gloria, y mi vida en La Habana durante mi infancia.....

LA HABANA, CUBA, 15 DE JULIO DE 1977
_¡¡Virgen del Carmen, tú tienes en la Ranilla,en la Ranilla, los mejores pescadores!!¡¡Los mejores pescadores que te traen cabrillas!!La Virgen del Carmen tiene unos zapatitos blancos,que se los hizo San Telmo con las velas de su barco.
_Abuelo, abuelo.... ¿qué estás cantando?
_¡¡Ay, mi niño!! Es que uno ya es viejo y la magua le puede. Ven aquí pa contarte. Asiéntate en mis rodillas, mi niño. Es que hay allá en mi pueblo, en Puerto de la Cruz, en una isla que está muy lejos, se llama Tenerife, tu abuelo nació en día de fiesta, el día grande de la patrona de los pescadores, el dia de la Virgen del Carmen. ¡¡Guapa!!, ¡¡guapa!! le gritaban todos los ranilleros, mis amigos los pescadores portuenses.
_¿Y esa virgen es tan bonita como la del Cobre?
_Las dos son muy bonitas, Oscar._¿Porqué te fuiste abuelo?
_Mucha "jambre"hijo...., bueno había pescado para comer, pero yo quería algo mejor. Luego llegué aquí, encontré trabajo en la finca, me casé con tu abuela, nacieron tus tías y tu padre e hice la vida aquí.
_¿Porqué no vas a Tenerife, abuelo?. Vamos y me llevas, y asi veo esa montaña grande de la que tanto me hablas y me cuentas historias, sería bonito abuelo, yo quiero ver el Teide y la Virgen del Carmen, abuelo. Pasear por el Puerto de la Cruz, abuelo, llévame, anda. Por favor.
_¡¡Ay, muchachito del carajo!! ¡¡cómo se ve que estás chiquito y no entiendes las cosas de la vida!! ¡¡Tu abuelo está muy viejo pa esos trotes, mi niño!! Además, tu tienes que hacerte grande y estudiar pa doctor, como tu papá.
_Abuelo, yo no quiero ser eso, no me gusta ser doctor. Yo quiero aprender a tocar la guitarra chiquitita como tú, y hacer canciones.
_¡¡Se llama timple, Óscar!! ta lo he dicho muchas veces, chiquillo del demonio. Yo te enseño a tocar mi hijo, pero eso no te va a dar de comer. Tienes que ser doctor, vas a ser un buen doctor. Anda, prométeselo a tu abuelo, chiquitín.
_¡¡No, no quiero abuelo!! Yo solo quiero tocar y cantar.
_Pero bueno, ya andamos de nuevos con esas. Pero chiquillo, no te enfades. ¿"Onde" vas corriendo, muchacho?
_A buscar a mi madre, abuelo. Ella si quiere que sea músico.
_¡¡Ay, bendito muchacho éste!! Bueno, algún día entenderá que la música alimenta el corazón, pero no llena el "estogamo".
_¡¡Mamá, mamá!!
_Óscar, chiquillo ¿De dónde vienes corriendo? ¿Y porqué lloras?
_Es que abuelo no quiere que sea músico mami, ni papá tampoco...¿Verdad que si tú quieres?_Claro, hijo de mi vida. Mamá solo quiere que seas feliz. Anda seca esas lágrimas corazón.

La verdad al venirme estos recuerdos a la mente, siento mucha añoranza. Solo mi madre quería que fuera músico. Mi papá solo quería que estudiara Medicina en la Universidad de la Habana y siguiera sus pasos. Supongo que en el fondo lo hacía porque pensaba que era lo mejor pa mi, no quería que pasara necesidades y sabía que con el salario de doctor podía vivir al menos dignamente, sin lujos, pero dignamente. Él había pasado una infancia algo difícil. Mi abuelo, que era canario, para más señas emigrante canario, fue muy estricto con él. Al ser el único hijo varón de los tres hijos que tuvo con mi abuela Tomasa, él quería que tuviera un buen futuro y estudios. Y así fue como mi papá logró graduarse en Medicina. Pero él al menos tenía ventaja sobre mí. Tenía verdadera vocación, cosa que no no tenía. Y así he acabado señorita Zuleima, hecho un artista ambulante, vagamundeando por ahí, recogiendo sabores del Mundo.

Cuando mi papá acabó la carrera, mi abuelo, que tenía algunos conocidos en el barrio residencial de Miramar, en la Habana, tiró de ellos para colocar a mi papá en un puesto médico cercano y hacer las visitas domiciliarias por el barrio. Miramar, señorita Zuleima, es el barrio de las casas más hermosas para mi de Cuba. Comienza justo al finalizar el Malecón, tras el túnel de las Américas. Una maravilla. Aquí mi papá ejerció toda su vida profesional e hizo muchos amigos, de hecho mucho antes de nacer yo, en los últimos años de la década de los sesenta, muchas casas del barrio fueron abandonadas, y empezaron a ser ocupadas por familias más humildes, entre ellas estaba la de mi papá.A mi papá lo recuerdo como un hombre muy introvertido y celoso de su intimidad, al menos así se comportaba en casa. Luego, en la calle decían que era un mujeriego y un reiterativo putañero, y que la cornamenta de mi mamá no cabía en toda la casa, decían con sorna los vecinos que era esa cornamenta como el último toro que mató a Manolete, Islero, creo que así se llamaba ese toro. Supongo que mi madre lo sabría, pero se lo toleraba todo. Su actitud era muy sumisa y en el fondo eso la hacía sentirse infeliz, impotente, vacía en definitiva. Quizás esa era la razón por la que volcó toda su vida, su poquita vida, en mí y en mi hermana pequeña, y fuera la única que me apoyó en mi empeño por ser músico.

Reconozco que fue muy difícil rebelarme hacia mi papá, a pesar de que nunca se ocupó directamente ni de mi hermana, ni de mí. Le tenía respeto y, ya sabe usted señorita, en Cuba un padre es un padre, ya me entiende. Al principio me escabullía a escondidas por los bares, luego al morir mi madre lo empecé hacer sin tapujos. Mis salidas nocturnas eran muy frecuentes. Recuerdo que siempre acababa viendo el amanecer en el Malecón de La Habana. Ganaba dinero con la orquesta para ir tirando de manera pobre, pero sobrevivía. Pero algo dentro de mí me decía que tenía que salir de Cuba. No se si fueron las historias que me contaba mi abuelo sobre Tenerife, el arraigo que sembró en mi interior desde pequeño esa isla descrita por boca de mi santo abuelo y por la tierra canaria. No sé como explicarlo, pero un buen día me levanté, hice la maleta, cogí la trompeta, la guitarra y me vine a Madrid con lo puesto.Luego estuve en Tenerife un tiempo, recalé en el Puerto de la Cruz, donde nació mi abuelo y aguanté unos tres meses allí tocando en el "AZÚCAR", un pub caribeño, de propiedad de un compatriota, ubicado en pleno casco de la ciudad. La verdad, no me queda más remedio que decirla, encontré el Puerto de la Cruz un poco abandonado, aunque seguía teniendo su encanto. Daba muchos paseos por la playa de Martiánez o por Playa Jardín. Y bueno, para no aburrirla más con mi historia, conocí a una mujer bonita, de aquí, de Lanzarote, y cuando a uno se le sube la testosterona a la sangre, nada que hacer. Me volví loco por ella, me vine pa acá, pero la muy golfa me dejó por otra hace casi un año y yo ando mal chica, perdío, no tengo inspiración ni siquiera en mi galantería, no se, no soy yo.

_¿Quizá ese mal estar, ese dolor, es el que te impide componer? ¿Me equivoco?
_No se equivoca usted señorita. Si, pienso que si. Fíjese usted, estaba enamoradito hasta los huesos, no se que que hacer sin ella, señorita. Y ella no quiere saber de mi. No hay razón para vivir de esa manera señorita ¿Me entiende usted?
_Entiendo, entiendo...No se desespere. No haga un drama de lo sucedido. Su historia es dura, pero se repite allá donde hay contratiempos y desesperación. Sidi Alí siempre decía que había que cerrar las puertas del pasado para vivir el presente. Inténtalo Óscar, encuentrate a ti mismo, busca la serenidad dentro de ti. Tu vacío interior solo puedes llenarlo tu mismo, nunca otra persona, por mucho que la quieras puedas sanar tus propias heridas. Debes hacerlo tu mismo.
_Se ve que tienes mucha sabiduría....
_Bueno, cuando vivía en Fez, Sidi Alí cada día nos contaba a mis hermanos y primos las enseñanzas sagradas del Corán y nos daba consejos para caminar en la vida. Es un hombre muy sabio.
_Y cuéntame...¿cómo es Fez?
_Es enigmática, mágica. Con olor a especias; sándalo, música de danzarina, arena del desierto. A veces bulliciosa, otras veces silenciosa. Recuerdo como la gente hablaba con orgullo de la universidad, muy famosa en todo Marruecos. Recuerdo tantas cosas hermosas, y otras tristes...Pero todo los recuerdos imborrables.
_¿Es como una ciudad de "Las Mil y Una Noches"?
_Claro que puede serlo. Mi zona preferida es la zona antigüa de las murallas. Se llama Fez El Bali. Luego está la Mellah, el barrio judío y la villa nueva, la zona francesa al noreste de la ciudad. Fez y Marruecos, siempre están en mi mente y corazón, aunque estén lejos.
_Me gusta tu forma de ser Zuleima, perdona por ser tan directo. En tu país ya me hubieran hecho un tribunal de guerra y me hubiesen puesto el culete colorao con un sinfín de latigazos.
_Bueno, no tanto como eso, pero si estuviéramos en Marruecos no podrías hablar conmigo sin la presencia de un hombre de la familia. Y si no quieres que Sidi Abdul te mande al inferno y te diga que cometes gran haram, tedrás que cambiar tu forma de hablar.
_Interesante, con no aparecer por allí tengo bastante.
_Pues verás, me haría ilusión que una tarde de éstas vinieras conmigo a contemplar el atardecer en Famara.
_Allí conocí a una compañera de la pensión, donde vivo, es pintora, y le gusta ir a la playa a pintar. Es alemana, se llama Hanah, me gustaría que la conocieras algún día.
_Algún día la conoceré. Pero ahora tienes que perdonarme, siguen llegando clientes. Te he preparado una bolsa de té y unos dulces. Hoy invita la casa.

CONTINUARÁ.....
Autores: Nayra del Rosario Hernández Benitez
Aarón Moreno Borges

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