martes, 23 de septiembre de 2008

HOLA, "SOY RUMANO" (Y NO SOY TAN MALO COMO ME PINTAN)


Por EDUARDO BRAVO / ALVARO SOBRINO

A petición del Gobierno rumano, la agencia Saatchi and Saatchi desarrolla una campaña de comunicación destinada a mejorar la imagen de los ciudadanos rumanos en España.

"Hola, soy rumano" es el título de la campaña que hoy se pone en marcha en los medios de comunicación nacionales. Una serie de spots y gráficas a través de las cuales se pretende mejorar la imagen de la población rumana en nuestro país, potenciando sus aspectos positivos que enriquecen la convivencia con los españoles y minimizando el alarmismo con el que muchos medios de comunicación suelen tratar los temas de sucesos relacionados con este colectivo.
La agencia Saatchi and Saatchi, seleccionada por medio de un concurso de agencias, ha sido la encargada de desarrollar una campaña que ellos mismos denominan de 360 grados o, lo que viene a ser lo mismo, que no se limita a los medios tradicionales de la publicidad (tv y gráfica). Algunas de sus ramificaciones serán conferencias con empresarios para transmitirles el potencial e importancia económica de los rumanos en Europa; visitas de periodistas rumanos a España y españoles a Rumanía; un documental sobre la realidad de sus ciudadanos en nuestro país dirigido por Carlos Iglesias, autor de "Un Franco, 14 Pesetas"; fiestas para acercar a la población española la cultura rumana, e incluso un estudio dirigido por ese Pablo de Tarso de la economía, prócer del marxismo en el pasado y actual adalid del liberalismo, que es Ramón Tamames desde su cátedra en la Universidad Juan Carlos I.

Desde el punto de vista creativo, la campaña aporta poco. Anuncios y gráficas correctos, de marcado tono documental, que pretenden transmitir la idea de que los rumanos son gente trabajadora, de fiar, con elementos culturales afines, valores semejantes a los de los españoles y que se integran fácilmente en nuestra sociedad.
Desde el punto de vista de la eficacia, tendremos que esperar a los resultados una vez concluida la fase de emisión, allá por el mes de noviembre. Lo que sí que podemos aventurar es que la campaña nace con un pequeño pero difícil de salvar pues no deja de ser un prejucio como esos que pretende desterrar.
Ser rumano, como ser español (aunque enriquecido por elementos culturales como la lengua, la religión o la gastronomía), no deja de ser un hecho administrativo. Es decir, uno nace o es considerado legalmente rumano o español, si cumple con una serie de requisitos legales establecidos por sus autoridades. No hay rasgos o elementos exteriores, como podría suceder con personas negras u orientales, que nos indiquen a primera vista si una persona es rumana o española. Quien así lo establezca no hace otra cosa que dejarse llevar por los estereotipos.
Por tanto, tal vez sería conveniente que este tipo de iniciativas, además por el Gobierno rumano, fueran apoyadas por el Gobierno español a través de campañas de sensibilización que busquen acabar con esa tendencia a estigmatizar al que viene de fuera de nuestras fronteras independientemente de que sea rumano, alemán, neocelandés o chino.

No hay comentarios: