sábado, 2 de agosto de 2008

LA ESCASEZ DE MÉDICOS, UNA DE LAS BARRERAS PARA TRATAR EL SIDA EN ÁFRICA

Siete de cada diez enfermos de sida que necesitan antirretrovirales no tienen acceso a ellos en parte como consecuencia de la crítica situación de escasez de profesionales sanitarios en una de las zonas más castigadas por la pandemia, el continente africano, donde la gente muere demasiado deprisa.
La crisis de recursos humanos sigue siendo una de las principales barreras y el reto a superar para el acceso eficaz al tratamiento del sida, en opinión de Médicos Sin Fronteras (MSF), que participará en la Conferencia Internacional de Sida que se celebra en México a partir de mañana y hasta el día 8 de agosto.
Entre las soluciones para tratar de paliar este problema, la responsable de sida y tuberculosis de MSF España, Elena Alonso, ha explicado a Efe que en este foro internacional reivindicarán políticas más flexibles que permitan a las enfermeras prescribir tratamientos, especialmente en aquellas zonas donde no existen suficientes médicos. Es el caso de Malawi, Mozambique o Lesoto donde hay tan sólo dos o cinco médicos, y entre veinte y cincuenta enfermeras por cada 100.000 habitantes. En estos países, junto a Sudáfrica, más de un millón de personas todavía necesitan urgentemente terapia antirretroviral.
"Es lo suficientemente vergonzoso que más de dos millones de personas fallecieran el año pasado, muchas de ellas sin tener ni siquiera acceso a la primera línea de tratamiento", ha alertado Alonso quien recuerda que de los 33 millones de personas infectadas en el mundo, 22 millones viven en África subsahariana.
La escasez de personal sanitario se agrava en las zonas rurales de Malawi o Botsuana, una situación que complican aún más los gobiernos de estos países que "impiden flexibilizar los roles del personal sanitario disponible como enfermeras, residentes o voluntarios". La organización señala en un informe elaborado en 2007 sobre este déficit sanitario que en Malawi un médico puede ver cada día a 200 pacientes y en algunas zonas de Mozambique los enfermos mueren antes de comenzar el tratamiento. Alonso afirma que aunque esta crisis de recursos humanos se reconoce, en la práctica se hace "muy poco" para paliarla por lo que MSF urge a los gobiernos a que desarrollen e implanten planes de emergencia. A su juicio, no se trata de crear un modelo sanitario de segunda categoría sino de uno distinto, pues de seguir con el actual "la gente seguirá muriendo demasiado deprisa", sobre todo en los países de alta prevalencia de la enfermedad. Este modelo que propone la organización ya se ha puesto en marcha en zonas rurales de Chiradzulu y Thyolo (Malawi), donde MSF ha participado en la formación de enfermeros que ahora pueden iniciar a los pacientes en el tratamiento, algo que antes sólo hacían los médicos. El cambio de tareas y la formación de los cuidadores han permitido hacer el seguimiento de los pacientes desde puntos más cercanos, en pequeñas estructuras de salud o en sus propios domicilios, sin tener que desplazarse para los controles médicos o para buscar la medicación. En Lesoto, el país del mundo con la prevalencia más alta de VIH después de Suazilandia y Botsuana y solo cien médicos, la formación y mayor delegación en el personal de enfermería, así como la creación de promotores de salud comunitarios, han propiciado en 18 meses que se administre terapia a 1.500 personas y se realicen 13.323 pruebas. Actualmente Médicos Sin Fronteras proporciona en 27 países antirretrovirales a más de 140.000 personas, de las que 10.000 son niños.
Fuente: la opinion.es

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