EL ESCRITOR TINERFEÑO, GANADOR DEL PREMIO ART NALÓN LETRAS POR "SAL Y ESCAMAS", YA ULTIMA SU PRIMERA NOVELA.
Empezó a escribir "por necesidad", por un impulso interno que le llevaba a volcar sobre cientos de folios en blancos aquellas historias que construía en su mente. Lo hacía -asegura Juan Andrés Herrera Perdomo (Tenerife, 1970)- de "una forma furtiva" hasta que un día decidió apuntarse a la Escuela Canaria de Creación Literaria de La Laguna donde aprendió a descubrir todos sus "errores y sus aciertos literarios". Así, y después de haber guardado en los cajones de su casa decenas de relatos, fue como se decidió a mostrarlos al mundo. Y la verdad es que esa apertura no le ha ido nada mal a este joven tinerfeño pues ahora acaba de hacerse merecedor con la obra titulada Sal y escamas del primer premio del certamen de cuentos Art Nalón Letras 2008, que convoca cada año el Principado de Asturias. Seleccionado entre más de 400 autores procedentes de todo el mundo, Herrera Perdomo adelanta que esta historia -que cree estará publicada antes de final de año- habla de "una vida que se pierde en el mar y de alguien que esperanza esperanzado su regreso". Tinta emotiva."No hay peor sentimiento que la esperanza sin fundamento, y esto es algo que conduce a la más dolorosas de las locuras", agrega el escritor que considera que tal vez fuera "la emotividad" que desprende este relato la que llamara la atención del jurado. Sentimientos como "la pena o la tristeza" están muy presentes en Sal y escamas, sin embargo y pese a reconocer que en sus relatos la tristeza suele tener más papeles protagonistas que la alegría, Herrera Perdomo no se considera una persona "pesimista sino todo lo contrario". "Escribo sobre todas aquellas cosas que me emocionan, que me marcan", agrega el escritor."La verdad es que fue una auténtica sorpresa que me dieran este premio", asegura Juan Andrés Herrera Perdomo a la vez que subraya que él "seguirá escribiendo aunque nunca gane nada". "Nada me va a impedir que siga con la que es mi gran pasión: la escritura", sentencia.Mientras espera la llamada que le diga cuándo y dónde le entregarán este premio, Juan Andrés Herrera corrige su primera novela: El estrecho de las ánimas, una historia que -según su autor- va a "descubrir la forma más despreciable del ser humano". "Aunque al final el lector terminará amando al protagonista de la esta novela por la humanidad que desprende", aclara el escritor sobre este relato que en breve irá en busca de editorial. Ferviente admirador de J.M. Coatzee, de García Mázquez y de Kafka, este tinerfeño que confiesa que no cesa de escribir ya ha empezado otra novela, una obra que reconoce es su "proyecto más ambicioso y complicado".
Empezó a escribir "por necesidad", por un impulso interno que le llevaba a volcar sobre cientos de folios en blancos aquellas historias que construía en su mente. Lo hacía -asegura Juan Andrés Herrera Perdomo (Tenerife, 1970)- de "una forma furtiva" hasta que un día decidió apuntarse a la Escuela Canaria de Creación Literaria de La Laguna donde aprendió a descubrir todos sus "errores y sus aciertos literarios". Así, y después de haber guardado en los cajones de su casa decenas de relatos, fue como se decidió a mostrarlos al mundo. Y la verdad es que esa apertura no le ha ido nada mal a este joven tinerfeño pues ahora acaba de hacerse merecedor con la obra titulada Sal y escamas del primer premio del certamen de cuentos Art Nalón Letras 2008, que convoca cada año el Principado de Asturias. Seleccionado entre más de 400 autores procedentes de todo el mundo, Herrera Perdomo adelanta que esta historia -que cree estará publicada antes de final de año- habla de "una vida que se pierde en el mar y de alguien que esperanza esperanzado su regreso". Tinta emotiva."No hay peor sentimiento que la esperanza sin fundamento, y esto es algo que conduce a la más dolorosas de las locuras", agrega el escritor que considera que tal vez fuera "la emotividad" que desprende este relato la que llamara la atención del jurado. Sentimientos como "la pena o la tristeza" están muy presentes en Sal y escamas, sin embargo y pese a reconocer que en sus relatos la tristeza suele tener más papeles protagonistas que la alegría, Herrera Perdomo no se considera una persona "pesimista sino todo lo contrario". "Escribo sobre todas aquellas cosas que me emocionan, que me marcan", agrega el escritor."La verdad es que fue una auténtica sorpresa que me dieran este premio", asegura Juan Andrés Herrera Perdomo a la vez que subraya que él "seguirá escribiendo aunque nunca gane nada". "Nada me va a impedir que siga con la que es mi gran pasión: la escritura", sentencia.Mientras espera la llamada que le diga cuándo y dónde le entregarán este premio, Juan Andrés Herrera corrige su primera novela: El estrecho de las ánimas, una historia que -según su autor- va a "descubrir la forma más despreciable del ser humano". "Aunque al final el lector terminará amando al protagonista de la esta novela por la humanidad que desprende", aclara el escritor sobre este relato que en breve irá en busca de editorial. Ferviente admirador de J.M. Coatzee, de García Mázquez y de Kafka, este tinerfeño que confiesa que no cesa de escribir ya ha empezado otra novela, una obra que reconoce es su "proyecto más ambicioso y complicado".
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