Un macuto estropeado debajo de la cama. Una maleta color del tiempo deslucido, de los días apagados, de la horas sin vida. Un macuto con olor a rancio, a humedad, a recuerdos mustios, a pasado añejo.
Y él .
Él.
Él otro.
Él que no sabe de dónde es ni adónde va. Él, que no tiene la piel blanca, él, que no tiene el pelo liso, y habla otro idioma, él, que no reza porque ya no sabe en qué creer.
Él.
No es él.
Es un ser que viene de la hambruna y se dirige hacia la nada de los países modernos donde el hombre es hombre si alcanza el éxito material.
Emigrante, balsero, patero. ¡Qué importa! Venga de donde venga es carne de cañón. Lo juzgan como el culpable de los males del país, de la delincuencia, de las mafias. Cuando los demás tienen miedo le achacan la alta tasa de paro, la delincuencia, la inflación. Si la nación está en bancarrota, él es el malhechor.
Sobrevive en guetos dónde le relegan porque no tiene suficiente dinero para pagarse un alquiler y dar de comer a los suyos. Le acusan de ser un paria, un maleante que te plantará un cuchillo en la próxima esquina.
Tiene pavor a que le pongan una estrella en el pecho, una estrella negra, para distinguirle de los buenos, de los puros, de los que le tienen miedo cuando ya no
tienen argumentos.
Le causa espanto esta ola de antipatía, odio, patriotería y xenofobia que ruge sobre la mar sangrienta. Pavor despierta en su alma de extranjero estas ondas encrestadas de fanatismo y discriminación que le condenan por ser diferente.
Su piel oscura es la osadía que Dios o el diablo le han dejado como huella para que todos crean que él es el responsable de la decadencia de un país que pierde sus valores, como otros pierden su vida saltando vallas electrificadas, cruzando mares asesinos.
La muerte embalsama su vida. Antes, mientras y después le acecha para llevárselo en un santiamén hacia un país donde ya no será el otro.
Él.
Él otro.
Él que no sabe de dónde es ni adónde va. Él, que no tiene la piel blanca, él, que no tiene el pelo liso, y habla otro idioma, él, que no reza porque ya no sabe en qué creer.
Él.
No es él.
Es un ser que viene de la hambruna y se dirige hacia la nada de los países modernos donde el hombre es hombre si alcanza el éxito material.
Emigrante, balsero, patero. ¡Qué importa! Venga de donde venga es carne de cañón. Lo juzgan como el culpable de los males del país, de la delincuencia, de las mafias. Cuando los demás tienen miedo le achacan la alta tasa de paro, la delincuencia, la inflación. Si la nación está en bancarrota, él es el malhechor.
Sobrevive en guetos dónde le relegan porque no tiene suficiente dinero para pagarse un alquiler y dar de comer a los suyos. Le acusan de ser un paria, un maleante que te plantará un cuchillo en la próxima esquina.
Tiene pavor a que le pongan una estrella en el pecho, una estrella negra, para distinguirle de los buenos, de los puros, de los que le tienen miedo cuando ya no
tienen argumentos.
Le causa espanto esta ola de antipatía, odio, patriotería y xenofobia que ruge sobre la mar sangrienta. Pavor despierta en su alma de extranjero estas ondas encrestadas de fanatismo y discriminación que le condenan por ser diferente.
Su piel oscura es la osadía que Dios o el diablo le han dejado como huella para que todos crean que él es el responsable de la decadencia de un país que pierde sus valores, como otros pierden su vida saltando vallas electrificadas, cruzando mares asesinos.
La muerte embalsama su vida. Antes, mientras y después le acecha para llevárselo en un santiamén hacia un país donde ya no será el otro.
Harmonie Botella.
3 comentarios:
Mas no se cuanto más piropearte
Alma joven, con inquietud perseverante
Rocosa y responsable en tu actitud con la vida
Inmejorable compañera en senderos de la amistad
Babélica en tus pensamientos y acciones
Eclíptica en tus sentimientos y tus deseos
Libertaria y justiciera con tus palabras…
Felicidades Mariposa
Te quiere mucho el capullo
Buenas noches compañer@s. Dedicar mi más sentida felicitación a Maribel por su gran día, y al mariposario por su collage, digno de merecer calificación más que sobresaliente. Mezcla de nostalgia, pizca de fantasía y cariño absoluto. Enhorabuena. Que decir de Maribel.... sigue siendo una magnífica gestora de los estados emocionales del bienestar, del suyo propio, y sobre todo del ajeno, de esas otras orillas, demostrando que la historia pone a cada cual en su sitio. Discípula del más ufano Lázaro Carreter y su "dardo en la palabra", más si cabe con sus diarios y afilados comentarios.
PD: Un saludo sentido y fraternal al mariposario, a la cumpleañera, y al compañero Roberto por tan bellas palabras. Hasta más ver o escribir.
CHICOS ME ESTAÍS SACANDO LOS COLORES, GRACIAS POR TODOS VUESTROS PIROPOS INMERECIDOS.
OS QUIERO, TENGO GANAS DE VERLOS.
CUANDO LOURDES PARA A VER SI ORGANIZAMOS ALGO. UN FUERTE ABRAZO.
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