lunes, 21 de julio de 2008

LA SEGREGACIÓN NO TIENE ALIADOS


Ningún país receptor de importantes flujos migratorios en Europa ha optado por segregar a los alumnos inmigrantes en centros separados de la red educativa. Esta vía, por la que sí ha apostado Finlandia, uno de los países con un nivel más bajo de residentes extranjeros (un 2,3% de la población en 2007), es la seguida por el Gobierno catalán, entre las críticas airadas de distintos colectivos de inmigrantes y de entidades sociales. La Generalitat pondrá en marcha centros especiales que acogerán hasta durante nueve meses a los menores de entre 8 y 18 años que lleguen una vez el curso escolar ya haya empezado. Allí se les enseñarán las características sociales y culturales de Cataluña, argumenta la Administración, para facilitar su integración. Después se integrarán en la red escolar.
FINLANDIA
Segregados durante seis meses
Los escasos hijos de inmigrantes que hay en Finlandia deben pasar seis meses de periodo de escolarización, en idioma y cultura finlandesa, antes de ingresar en el sistema educativo del país. La medida está cofinanciada por el Estado y los Ayuntamientos. El debate en Finlandia se centra en si este periodo de tiempo es suficiente para aprender el idioma y la cultura finlandesa. "La instrucción básica debería ampliarse a un año", apunta la Ministra de Educación, Sari Sarkomaa. Eini Nykvist, coordinadora de enseñanza para emigrantes del populoso municipio de Vantaa, en las afueras de Helsinki, cree que la duración óptima debería alargarse a dos años. Los cursos se desarrollan fuera de los establecimientos escolares y con grupos heterogéneos por edad y diversidad cultural.
El 20% de los alumnos inmigrantes, para la mayoría de los que el finlandés es un desafío importante, acaba abandonando el sistema escolar una vez terminada la educación básica. La cifra se reduce a menos del 5% entre los alumnos finlandeses.
FRANCIA
Clases adicionales en el propio colegio
Los flujos migratorios han creado serios problemas al Ministerio de Educación francés, la cartera que goza de mayor presupuesto del país. La solución adoptada ha sido pragmática: clases de "equiparación de nivel" en todos aquellos centros que la requieran. Los alumnos originarios de un país extranjero tienen el derecho -y la obligación- de asistir a clases especiales de francés impartidas por docentes especializados.
Las clases se ofrecen en el colegio o instituto que integrará plenamente al alumno cuando éste haya "equiparado" su nivel de conocimientos al de sus compañeros. Estos cursos no se limitan al idioma; se amplían a otras disciplinas como Historia, Geografía, Matemáticas, e incluso inglés.
Los docentes consideran importante que estos refuerzos se realicen en los mismos centros para el resto de jóvenes. "Hablan y juegan entre ellos durante el recreo y así resuelven parte de los problemas del idioma", explica la profesora Pauline Bourmaud, quien recuerda el caso de un alumno de origen chino muy destacado en matemáticas pero con un nivel de comprensión de la lengua francesa muy bajo. "Su timidez le ponía las cosas difíciles", dice.
Estas clases extraordinarias pueden durar unos pocos meses o prolongarse hasta dos años. El problema son los medios: no hay suficientes profesores para atender individualmente cada caso. Los alumnos que salen de esas clases suelen presentar más dificultades para seguir el ritmo escolar.
REINO UNIDO
Duras leyes contra la discriminación
El incremento de hijos de inmigrantes es un problema creciente en el Reino Unido: el 12% de alumnos en 2007 no tenía el inglés como su primera lengua, frente al 9,7% en 2003, según el sindicato nacional de profesores. Pero la segregación no es una opción contemplada por las autoridades educativas en un país en el que la legislación contra la discriminación es robusta.
El fenómeno genera a las escuelas gastos extras que casi nunca son compensados por las autoridades y crea problemas de organización que a veces son difíciles de afrontar, especialmente en los centros escolares rurales. Los alumnos que no dominan el inglés reciben clases adicionales para mejorar el dominio de la lengua local.
Hay un ejemplo que puede acercarse a los planes de la Generalitat: en Slough, una ciudad al oeste de Londres en la que se ha instalado una multitud de inmigrantes de Europa del Este, se ha creado una unidad especial para evaluar las necesidades de los nuevos alumnos inmigrantes antes de que se incorporen a las clases. La unidad puede atender a un máximo de ocho alumnos al mismo tiempo.
ALEMANIA
Refuerzo fuera de los centros
En Alemania la educación es competencia de los Estados federados. El país no dispone de normativas federales ni regionales que regulen la escolarización de los recién llegados, por lo que "hay tantas soluciones como maneras de reaccionar ante el problema", ilustra el presidente federal de la Asociación de Escuelas Primarias, Horst Bartnitzky.
En Berlín, la capital, los hijos de inmigrantes se escolarizan inmediatamente de forma regular. En los colegios con mayoría de extranjeros, se ofrece la posibilidad de pasar un periodo en centros separados para inmigrantes. Cuanto más jóvenes los alumnos, menos durará la separación.
En otros Estados, algunas escuelas separan a los recién llegados para impartir lecciones adicionales de alemán durante unos seis meses o un año. Estas clases se combinan con una introducción paulatina al sistema educativo que suele empezar por asignaturas como educación física o dibujo.
ITALIA
Objetivo: aprender el idioma
En 2004, la Oficina para la Integración de los Alumnos Extranjeros en Italia incluyó una directiva referente a la "distribución equilibrada de la presencia de alumnos extranjeros" en las clases. La indicación general es la de propiciar la formación de clases "heterogéneas", en las que el aprendizaje de la lengua italiana figura como el objetivo principal.
Para facilitar el proceso se introdujo la figura del mediator, persona que ofrece asistencia a los alumnos recién llegados y a sus familias, así como a los profesores.
CANADÁ
Acogida especial en el centro
Canadá, país en el que la educación es una competencia descentralizada, dispone de tantos sistemas educativos como provincias. Dentro de éstas, la gestión escolar también está repartida entre una suerte de comisiones escolares de ámbito municipal, que poseen competencias en amplias áreas. En las tres provincias con más tradición de inmigración -Quebec, Ontario y Columbia Británica- las fórmulas son diversas, pero no existen centros separados de las escuelas. Se trata de actividades de refuerzo que se desarrollan dentro de los centros educativos.

Fuente: el pais.com

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