Benoit Boulangé, responsable de Cáritas en Mauritania, ha venido a Canarias para explicar cómo van los proyectos de desarrollo apoyados por las parroquias del Archipiéalgo y por el Gobierno canario. Afirmó que en la iglesia de Nuackchot se disuade a los inmigrantes que desean salir en cayuco, pero pocos dan la vuelta.
Benoit Boulangé, responsable de Cáritas en Mauritania, afirmó que desde hace dos años, la parroquia católica de Nuadibú se ha visto obligada a atender a un elevado número de inmigrantes que han llegado a la ciudad buscando salir en cayuco y se les explica los peligros a los que se enfrentan, así como las pocas posibilidades que tienen de salir adelante en Europa, con el fin de disuadirles de la travesía, "pero muy pocos se dan la vuelta y, a pesar de conocer los riesgos, siguen con la idea de salir".
En este sentido, Boulangé manifestó que Cáritas también ayuda a estos grupos de personas a organizarse mientras permanecen en el país, además de indicarles qué actividades económicas pueden realizar durante ese tiempo.
Entre las nacionalidades de estas personas, señaló que son de Gambia, Senegal o Guinea, pero todas están de paso en Nuadibú y con la idea de salir para Europa.
Boulangé se encuentra en Canarias, acompañado por Pilar Barrio, del Área de Cooperación Internacional de Cáritas, para explicar cómo van los proyectos de desarrollo apoyados por las parroquias del Archipiélago y por el Gobierno canario.
Después de pasar por Gran Canaria, ayer mantuvo una reunión en el Seminario de Tenerife y hoy se desplazará hasta La Palma con el mismo objetivo.
Entre los proyectos destacó que la mayoría se llevan a cabo en Brakna Sur, entre los que figura la construcción de una sala de alfabetización, con capacidad para 50 personas en Rouindi; un aula para 23 adultos en el pueblo de Mouftaha; la compra de semillas para sostener la seguridad alimentaria de las aldeas de la zona; construcción de una tienda comunitaria de venta de gas en Niabina; cercado de un campo de cultivo en el pueblo de Rweindi; rehabilitación del pozo de la aldea de Lekrayé, para uso de 200 familias; compra de árboles frutales para varias aldeas o la edificación de un local para la Asociación de Mujeres Jóvenes Magta Lajhar.
Boulangé puso de manifiesto que el éxodo de los jóvenes desde el campo hasta la ciudad es numeroso. En su opinión, es bastante difícil impedirlo por la situación que atraviesa el país.
Entre las razones esgrimidas por Cáritas de Mauritania está la falta de lluvia, un problema que genera poca agricultura y la escasez de alimentos.
Analfabetismo
Otro de los problemas es el analfabetismo de la población y la falta de organización de la población, así como el aislamiento de los núcleos poblacionales, con pocas vías de acceso entre ellos.
Señaló que todo esto frena el desarrollo del país, tanto en el ámbito rural como urbano.
La respuesta que ofrece Cáritas de Mauritania desde que en 1972 se afincó en el país africano es la realización de actividades con las comunidades más pobres.
Uno de sus principales objetivos es proporcionar herramientas a la población para que permanezca en su zona de origen y no se vea en la necesidad de emigrar.
Por este motivo, Cáritas ofrece un desarrollo rural integrado, en el que la alfabetización, tanto de adultos como de niños, tiene mucha importancia.
Boulangé precisó que es un proceso largo, que dura varios años.
No obstante, indicó que el objetivo de las actuaciones que se llevan a cabo es que la población aprenda y transmita esos conocimientos a las generaciones futuras.
La mujer es una pieza clave en esta sociedad, porque es la que permanece en el pueblo y la que educa a los hijos.
La construcción de pozos y pequeñas presas es otro de los objetivos prioritarios, teniendo en cuenta la falta de agua como consecuencia de la escasez de lluvia.
Un aspecto novedoso de Cáritas es el fomento de las asociaciones de jóvenes, de entre 15 y 25 años, para que aprendan a tomar decisiones, algo que tradicionalmente ha recaído en esa sociedad en los ancianos
Además de actuar con la población rural, Cáritas de Mauritania también atiende a las personas que han emigrado del campo a la ciudad, intentando que accedan a la formación profesional en distintos oficios.
Fuente: el dia.es
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