DANIEL MILLET
EUROPA
Europa protagonizó la mayor emigración en masa de la historia de la humanidad, ocurrida, además, en medio de uno de los mayores horrores que se recuerdan: la Segunda Guerra Mundial y sus 40 millones de muertos. En 1945, se estima que 20 millones de desesperados llegaron a estar en movimiento al mismo tiempo en el intento de huir de Prusia y Alemania oriental a través del río Elba ante el pánico por el avance del Ejército soviético, que violó, torturó y asesinó a cientos de miles de civiles por expreso deseo de Stalin. Muy poco se ha hablado, sin embargo, de aquel éxodo dantesco. Si nos remontamos mucho más atrás, fueron las potencias europeas (España, Portugal, Gran Bretaña y Francia, principalmente) las que perpetraron las mayores matanzas y las más sangrientas invasiones de la historia. Hubo un momento en que la propia ciudadanía europea celebraba como propias las conquistas coloniales y se tomaba como un irreparable daño a su orgullo la pérdida de las posesiones de ultramar. Así sucedió por ejemplo cuando España perdió Cuba. Los aborígenes africanos, americanos y asiáticos eran sencillamente animales, bestias indomables, leña para el fuego.
Países como Italia, España o Irlanda protagonizaron las mayores oleadas migratorias de muertos de hambre de todos los tiempos. Entre 1876 y 1976, más de 25 millones de italianos se marcharon a América y otros países europeos. Sólo a Estados Unidos llegaron en ese periodo más de 5 millones de Italianos y a Argentina, casi 3 millones. Mientras, sólo entre 1880 y 1930, más de 3 millones de españoles huyeron a América en respuesta a la dramática situación social que entonces experimentaba el imperio desmoronado. Las remesas procedentes de semejante caudal de emigrantes permitieron la supervivencia de millones de familias, y también la aparición de enormes fortunas hechas a fuego y sangre. El viejo continente, sus inestabilidades permanentes y las guerras más despiadadas y destructivas, en las que los buenos respondían con la misma crueldad que los malos (recuérdese el bombardeo de la ciudad alemana de Dresde, sin ningún interés estratégico, en el que la fuerza aérea británica acabó en sólo dos días con la vida de entre 135.000 y 150.000 inocentes) y en las que el reparto del expolio dejó una situación casi peor que la de partida: el reparto de Alemania, el colonialismo soviético, el muro de Berlín, la Guerra Fría, la escalada de las armas nucleares...El Holocausto nazi, los tiempos de la esclavitud, los fascismos dictatoriales y esquizofrénicos, las prácticas de tortura indiscriminadas de franceses, belgas y británicos en África y Asia, las aberraciones de Leopoldo II de Bélgica en el Congo, que convirtió a toda una nación en su finca particular... Europa, siempre arrogante, siempre mentirosa, siempre perversa, siempre maquiavélica, capaz de las peores atrocidades y tropelías, capaz de esconder su ignominia con toda clase de eufemismos y falsedades. Europa y luego Estados Unidos, que es en el fondo otro resultado de los expulsados de Europa. Y ahora el llamado mundo occidental y desarrollado, donde sólo ahí viven los seres humanos, los con derechos y con papeles y con todo, los legales, los representantes de la raza superior.
Los herederos de esa Europa de siempre son los que ahora cierran sus fronteras, retoman las parafernalias de los peores recuerdos, aprueban meter a los sin papeles, a los otros, en grandes campos de concentración por hasta 18 meses. No quieren aprender del pasado y propagan la xenofobia, el racismo y la ignorancia mas rancia y vil. Los mismos europeos que con una mano asesinan y esclavizan y con la otra cooperan y se solidarizan. Y mientras, muchos medios de comunicación proeuropeos se dejan llevar por esta deriva berlusconiana, deformando el lenguaje (ilegales, delincuentes, inmigrantes, se fugan de los centros creando una inseguridad tremenda, qué peligro, qué agobio, cuidado con esos bandidos, con esos menores negros; nos traen enfermedades, nos invaden, nos traen magia negra, ¡nooooooo!). No merecen vivir. Son animales. Hasta partidos progresistas como el PSOE español traicionan sus propios principios y se dejan llevar por la marea, avalando las medidas más represivas contra los nohombres, las nomujeres, los noniños. Europa narcicista. Europa ególatra. Europa genocida y colonialista. La perfecta y culta y gorda y anciana Europa. Europa, la vanidosa e hipócrita Europa.
Fuente: http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008052700_5_149261__Firmas-Europa
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