Podría pasar inadvertida entre las jóvenes que se cruzan en su camino si no fuera por esos impresionantes ojos negros capaces de embrujar con un movimiento el objetivo de la cámara. Sanaa Alaoui nació en Casablanca en 1977, pero desde los 18 años vive en París, lo que le ha permitido desarrollar su carrera cinematográfica entre Francia y Marruecos.
La actriz marroquí rompe todos los tabúes en un filme sobre inmigración
Llega corriendo a la cita en el barco Athenea atracado en el puerto de Málaga. Le han perdido la maleta en el aeropuerto y tiene que comprarse desde los zapatos al traje de noche para la gala en la que se va exhibir su película. Pide agua. Acaban de retirar la comida del bufé del barco. Sólo quedan figuras hechas de melones, sandías y piñas con exóticas formas que, por supuesto, no se pueden comer ni destruir.
Un novio para Yasmina, la película dirigida por Irene Cardona habla de la inmigración desde el humor. "Los marroquíes llevamos muchos años en este país, hay zonas de España en las que el 40% de la población procede de la inmigración y eso va cambiando la sociedad". En la película se aborda el tema de los matrimonios de conveniencia, el compromiso social y la vida en pareja. Yasmina, la protagonista del filme, es una joven marroquí que se traslada a España con el objetivo de continuar sus estudios universitarios. También la actriz viajó de Casablanca a París para estudiar arte dramático durante tres años y allí se quedó, aunque de vez en cuando vuelve a sus raíces. No hubo reparos en su familia para que se dedicase al mundo de la farándula. "Mis padres son muy creyentes. Mi madre lleva la cabeza cubierta, pero es muy respetuosa con mi manera de pensar. El problema no es la religión, sino la cerrazón mental".
Sanaa Alaoui acaba de rodar en Marruecos Oud Ward, una película en la que que interpreta el papel de una esclava que aparece con los pechos descubiertos. ¿La ha visto su padre? "Sí, ellos no tienen problemas para contemplar el cine que hago. Lo que les importa es que yo sea feliz y que lo que haga sea con respeto".
Se confiesa una persona tenaz, y debe serlo porque para el rodaje tuvo que hablar en perfecto castellano sin conocer el idioma. "Cuando me metía en la cama soñaba con las palabras del texto. Creo que en sueños las memorizaba y luego las repetía de un tirón. Siempre me ha atraído la cultura española, sin saber muy bien por qué, me gustaba". Sanaa Alaoui nunca ha tenido reparos en expresar su opinión al margen de lo que puedan pensar los fanáticos. "Cuando vivía en Marruecos hablaba con libertad, a pesar de que a mucha gente le podía llegar a molestar. En Francia vivo más tranquila, pero creo que en el fondo no es cuestión de ser o no ser musulmán, sino de respeto hacia el otro". La actriz habla de los inmigrantes y del racismo. Ella reconoce que nunca se ha sentido despreciada, pero sí que ha visto situaciones nada agradables.
Irradia simpatía y cuando se sitúa en la parte superior de la escalerilla Athenea se hace con todos los pasajeros que van subiendo al barco. Sanaa Alaoui estuvo un mes de rodaje en Extremadura donde descubrió las bondades de los alimentos españoles. ¿Come jamón? "Sí, el que me gusta es el ibérico. Es delicioso". Se fue de Málaga con la película premiada.
Llega corriendo a la cita en el barco Athenea atracado en el puerto de Málaga. Le han perdido la maleta en el aeropuerto y tiene que comprarse desde los zapatos al traje de noche para la gala en la que se va exhibir su película. Pide agua. Acaban de retirar la comida del bufé del barco. Sólo quedan figuras hechas de melones, sandías y piñas con exóticas formas que, por supuesto, no se pueden comer ni destruir.
Un novio para Yasmina, la película dirigida por Irene Cardona habla de la inmigración desde el humor. "Los marroquíes llevamos muchos años en este país, hay zonas de España en las que el 40% de la población procede de la inmigración y eso va cambiando la sociedad". En la película se aborda el tema de los matrimonios de conveniencia, el compromiso social y la vida en pareja. Yasmina, la protagonista del filme, es una joven marroquí que se traslada a España con el objetivo de continuar sus estudios universitarios. También la actriz viajó de Casablanca a París para estudiar arte dramático durante tres años y allí se quedó, aunque de vez en cuando vuelve a sus raíces. No hubo reparos en su familia para que se dedicase al mundo de la farándula. "Mis padres son muy creyentes. Mi madre lleva la cabeza cubierta, pero es muy respetuosa con mi manera de pensar. El problema no es la religión, sino la cerrazón mental".
Sanaa Alaoui acaba de rodar en Marruecos Oud Ward, una película en la que que interpreta el papel de una esclava que aparece con los pechos descubiertos. ¿La ha visto su padre? "Sí, ellos no tienen problemas para contemplar el cine que hago. Lo que les importa es que yo sea feliz y que lo que haga sea con respeto".
Se confiesa una persona tenaz, y debe serlo porque para el rodaje tuvo que hablar en perfecto castellano sin conocer el idioma. "Cuando me metía en la cama soñaba con las palabras del texto. Creo que en sueños las memorizaba y luego las repetía de un tirón. Siempre me ha atraído la cultura española, sin saber muy bien por qué, me gustaba". Sanaa Alaoui nunca ha tenido reparos en expresar su opinión al margen de lo que puedan pensar los fanáticos. "Cuando vivía en Marruecos hablaba con libertad, a pesar de que a mucha gente le podía llegar a molestar. En Francia vivo más tranquila, pero creo que en el fondo no es cuestión de ser o no ser musulmán, sino de respeto hacia el otro". La actriz habla de los inmigrantes y del racismo. Ella reconoce que nunca se ha sentido despreciada, pero sí que ha visto situaciones nada agradables.
Irradia simpatía y cuando se sitúa en la parte superior de la escalerilla Athenea se hace con todos los pasajeros que van subiendo al barco. Sanaa Alaoui estuvo un mes de rodaje en Extremadura donde descubrió las bondades de los alimentos españoles. ¿Come jamón? "Sí, el que me gusta es el ibérico. Es delicioso". Se fue de Málaga con la película premiada.
ARGUMENTO DE LA PELÍCULA:"Un novio para Yasmina" es una comedia mestiza, que indaga con humor y realismo en la mezcla de culturas en el siglo XXI. Una sencilla historia de amor, de encuentros y desencuentros que narra la historia de una joven marroquí que viene a España a completar sus estudios. La película rompe con el tópico de la mujer árabe y nos presenta al personaje como una mujer que lucha por ser la dueña de su destino, en una sociedad que se está transformando ante el reto de la multiculturalidad.
Fuente:http://www.elpais.com/articulo/ultima/Memorizo/guiones/suenos/elpepuult/20080426elpepiult_2/Tes
www.cineyteatro.es/
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