Pateras, cayucos y aeropuerto
CARMEN COELLO En estos días llegó a Santa Cruz un pequeño barco con cincuenta y seis personas a bordo y entró por el Dique del Este como cualquier carguero, los hombres esperaron sentados a la Guardia Civil. Esta noticia en sí, ya no nos sorprende, nos parece de lo más normal, casi ni movemos un músculo, pero resulta extraña. Durante las últimas semanas, en las que Caja Canarias celebra unas jornadas sobre África, son muchas las voces que nos cuentan que las mafias no existen, que no tenemos ni idea de lo que ocurre en lugares como Senegal. Posiblemente tengan razón, pero yo he analizado este último arribo, desde el punto de vista geográfico y es bastante difícil entender el cambio de ruta, hay quien dice que el patrón llevaba un GPS, también habrá quien piense que "al llegar a la imaginaria línea divisoria entre Tenerife y Gran Canaria, siguiendo recomendaciones de algunas mentes calenturientas de esta isla, prefirieron venir aquí y no allí". ¿Existirán de verdad las mafias que trafican con seres humanos?, ¿por qué no?, a lo largo de la historia siempre las ha habido, personas de la más baja categoría existente que, consideran a aquel que su piel es más oscura, como ser inferior susceptible de traficar con él. Se te parte el corazón al ver esos ojos llenos de tristeza, de truncadas aspiraciones por un mundo nuevo, más justo, con trabajo para enviarle dinero a los suyos, su final es la deportación. He leído recientemente que jóvenes devueltos se han suicidado de desesperación. Pero el verdadero inmigrante es el de aeropuerto, esas personas, preferentemente de Sudamérica, que están salvando, en parte nuestra economía. Cuidan a nuestros mayores y a nuestros niños, limpian nuestras casas, hacen los trabajos que los canarios no quieren hacer, y en la mayor parte de los casos no reciben el salario adecuado a su trabajo. Llenan nuestras escuelas y salvan puestos de trabajos "de los nuestros", cotizan a la Seguridad Social y en un futuro salvarán nuestras pensiones, y todavía hay hipócritas que hablan de que la Sanidad va mal por culpa de los inmigrantes o que los van a colocar en la puerta de la Moncloa.¿Quién nos ha dado la propiedad del Mundo?, el fenómeno ya es incontrolable. Se puede ayudar económicamente a los países en origen, para evitar las oleadas, pero "no le podemos poner puertas al mar".Recuerdo las palabras de Juan Manuel Pardellas, cuando presentó su libro Héroes de ébano, que su principal objetivo era ponerle cara a la emigración, al mismo tiempo que nos recordaba que hace treinta años, los canarios hacían lo mismo y nada los detenía hasta conseguir su objetivo. Son esos canarios los que ahora, muchos políticos consideran los seres más importantes de cualquier elección que se celebre. Paradojas de la vida, le echamos la culpa a Madrid de no dar soluciones, nosotros tampoco ponemos mucho que digamos, las comunidades gobernadas por el PP se niegan, en su mayoría, a recibir a los menores inmigrantes, a pesar de la alianza con CC, pero esperamos los votos del exterior "como agua de mayo".No creo en la solidaridad, creo en la justicia social.
Fuente: http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008032600_5_136068__Firmas-Pateras-cayucos-aeropuerto
CARMEN COELLO En estos días llegó a Santa Cruz un pequeño barco con cincuenta y seis personas a bordo y entró por el Dique del Este como cualquier carguero, los hombres esperaron sentados a la Guardia Civil. Esta noticia en sí, ya no nos sorprende, nos parece de lo más normal, casi ni movemos un músculo, pero resulta extraña. Durante las últimas semanas, en las que Caja Canarias celebra unas jornadas sobre África, son muchas las voces que nos cuentan que las mafias no existen, que no tenemos ni idea de lo que ocurre en lugares como Senegal. Posiblemente tengan razón, pero yo he analizado este último arribo, desde el punto de vista geográfico y es bastante difícil entender el cambio de ruta, hay quien dice que el patrón llevaba un GPS, también habrá quien piense que "al llegar a la imaginaria línea divisoria entre Tenerife y Gran Canaria, siguiendo recomendaciones de algunas mentes calenturientas de esta isla, prefirieron venir aquí y no allí". ¿Existirán de verdad las mafias que trafican con seres humanos?, ¿por qué no?, a lo largo de la historia siempre las ha habido, personas de la más baja categoría existente que, consideran a aquel que su piel es más oscura, como ser inferior susceptible de traficar con él. Se te parte el corazón al ver esos ojos llenos de tristeza, de truncadas aspiraciones por un mundo nuevo, más justo, con trabajo para enviarle dinero a los suyos, su final es la deportación. He leído recientemente que jóvenes devueltos se han suicidado de desesperación. Pero el verdadero inmigrante es el de aeropuerto, esas personas, preferentemente de Sudamérica, que están salvando, en parte nuestra economía. Cuidan a nuestros mayores y a nuestros niños, limpian nuestras casas, hacen los trabajos que los canarios no quieren hacer, y en la mayor parte de los casos no reciben el salario adecuado a su trabajo. Llenan nuestras escuelas y salvan puestos de trabajos "de los nuestros", cotizan a la Seguridad Social y en un futuro salvarán nuestras pensiones, y todavía hay hipócritas que hablan de que la Sanidad va mal por culpa de los inmigrantes o que los van a colocar en la puerta de la Moncloa.¿Quién nos ha dado la propiedad del Mundo?, el fenómeno ya es incontrolable. Se puede ayudar económicamente a los países en origen, para evitar las oleadas, pero "no le podemos poner puertas al mar".Recuerdo las palabras de Juan Manuel Pardellas, cuando presentó su libro Héroes de ébano, que su principal objetivo era ponerle cara a la emigración, al mismo tiempo que nos recordaba que hace treinta años, los canarios hacían lo mismo y nada los detenía hasta conseguir su objetivo. Son esos canarios los que ahora, muchos políticos consideran los seres más importantes de cualquier elección que se celebre. Paradojas de la vida, le echamos la culpa a Madrid de no dar soluciones, nosotros tampoco ponemos mucho que digamos, las comunidades gobernadas por el PP se niegan, en su mayoría, a recibir a los menores inmigrantes, a pesar de la alianza con CC, pero esperamos los votos del exterior "como agua de mayo".No creo en la solidaridad, creo en la justicia social.
Fuente: http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008032600_5_136068__Firmas-Pateras-cayucos-aeropuerto
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