viernes, 7 de marzo de 2008

COMENTARIO DE "EL DÍA"

La "eficacia" de la política de inmigración

DESDE el 12 de febrero pasado, chilenos y mexicanos pueden entrar en España sin necesidad de acreditar que poseen medios económicos suficientes para su sostenimiento durante su estancia aquí. La decisión, desvelada ayer por este periódico, se tomó por resolución conjunta y, por lo visto sin publicidad -el delegado del Gobierno central en Canarias asegura desconocerla-, de tres secretarios de Estado, los de Iberoamérica, Seguridad y Emigración. De entrada, esta novedad implica dos problemas: se le da un trato de favor a dos países latinoamericanos que no reciben otros con los mismos lazos culturales y de lengua con España, y obvia la Orden 1282/2007, que imponía la obligatoriedad de demostrar la posesión de ese mínimo de dinero que hay que acreditar. Alega Interior que la presión migratoria de chilenos y mexicanos no ha sido apreciable durante un breve periodo que se ha tomado como prueba. Ya veremos si opinan lo mismo los países europeos del espacio Schengen, es decir, aquellos entre los cuales cualquier ciudadano puede moverse libremente sea comunitario o no. Por lo pronto, suena a medida unilateral y quién sabe si Alemania, Francia y otros están enterados de la nueva muestra de generosidad del Gobierno español. Al menos el Ejecutivo canario no sabía nada de esto. De lo contrario, ya habría respondido, y más en campaña electoral.

Y mientras España invita a nuevos países a que sus nacionales entren libremente, con la posibilidad de quedarse para siempre, África sigue enviando a Canarias a sus hijos para que mueran en el camino o al llegar a nuestras playas, como ocurrió anteanoche en Los Cristianos. El cayuco, una vez más, llegó sin ser detectado. No hay radar operativo y, por tanto, tampoco escolta hasta el puerto de desembarco. Así que estas embarcaciones lo mismo pueden ser descubiertas al momento que al día siguiente en cualquier punto de la costa. Y cuando Canarias protesta por esta avalancha, por la mortandad, por las facilidades de entrada en puertos y aeropuertos, Rodríguez Zapatero y sus adláteres de aquí responden con insidias sobre xenofobias y racismos y lo adornan con palabrería hueca sobre acuerdos inútiles con países (diez dijo el presidente en el debate de lunes) del África Occidental. Pues bien, ahí están las pruebas de la "eficacia" de esa política de disuasión, y de la "coordinación" con el resto de la UE en el control de las fronteras.

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