jueves, 21 de febrero de 2008

¿Puede un problema de matemáticas hacer pensar sobre racismo y desigualdades?

Más de 400 escuelas europeas trabajan en red contra la xenofobia y otros tipos de discriminación en el marco del programa Escuelas sin Racismo. En España lo impulsa la Asamblea de Cooperación por la Paz y participan 175 centros.
Silvia Torralba / Redacción (20/02/2008)Formar a ciudadanas y ciudadanos activos, críticos y participativos para que tengan las herramientas necesarias para luchar contra prácticas de discriminación. Con esa idea se puso en marcha en varios países europeos el proyecto Escuelas sin Racismo, que a mediados de los 90 llegó a varias escuelas españolas a través de la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP).En estos momentos, 175 centros de primaria y secundaria de toda España participan en esta iniciativa. La idea es “dar herramientas a los profesores” para tratar con los alumnos temas relacionados con el racismo, la xenofobia y otros tipos de discriminación, explica Inma Pérez, coordinadora del proyecto en Madrid.Aunque el proyecto inicial pretendía centrarse en la multiculturalidad, el trabajo con el profesorado ha hecho que poco a poco “salgan otras demandas de educación en valores, como la discriminación de género y religión, el tema de la resolución de conflictos, la corresponsabilidad norte-sur”, la violencia en las aulas o el absentismo escolar, comentan desde la ACPP. De ahí que la iniciativa haya ampliado su nombre y se ahora llame Escuelas sin Racismo: Escuelas para la Paz y el Desarrollo.Mediante actividades específicas que ofrece la Asamblea de Cooperación por la Paz e ideas que surgen en las propias escuelas, los más pequeños aprenden a relacionarse con los demás sin tener en cuenta su procedencia y los alumnos más mayores profundizan en temas como la corresponsabilidad norte-sud, aprenden que la emigración tiene causas internas y externas y toman conciencia de que hasta sus actos más pequeños y cotidianos pueden influir directa o indirectamente en otros.