"LA PATITA". Crítica mordaz y constructiva. Buen artículo.

La patita
08-02-2008
JOB LEDESMA

Los inmigrantes son tan gilis que por contrato les obligaremos a aprender español y a hacerse del Real Madrid. Del Barça no, que es un club de lo menos españolista. Por muy mal que vaya la economía, Rajoy está empeñado en entregarle la mayoría absoluta a Zapatero... ¿o no? ¿El efectista mensaje de "que viene el moro (o el negro o el sudaca o el chinorri o hediondo apestoso extranjero de turno)" busca en realidad el efecto contrario?

Decoro y urbanidad, eterna apuesta de la derecha. Pero es falso, cuando hablan de soluciones contra la inmigración en realidad lo que dicen es que la inmigración tiene la culpa de todo. Cuando hablan de soluciones contra la delincuencia en realidad lo que dicen es que la delincuencia arrasa las calles. Les importa un bledo que sea mentira, pero en las sociedades acomodadas no importa la ideología, lo que importa es la tranquilidad, que no te rayen el coche, no, no, ¡el coche no!

Poco a poco ellos, los Dimas Cuevas de turno, van sacando la patita. Los inmigrantes maltratan a sus mujeres y apestan, lo leí ayer obra y gracia del editorialista oculto. En el mismo periódico, hace unas semanas salía otra columna de uno que venía a decir que cómo era posible que los menores inmigrantes acogidos salieran de excursión y estas cosas; no, hombre, no, lo que había que hacer era mandarlos a mudar para su país, para que cojan un buen sida y se mueran de una buena gripe.

Van pasito a pasito, disfrazan su discurso de "soluciones ante problemas" buscando problemas donde algunos vemos dificultades o simplemente nuevos tiempos. Te hablan de poligamias y ablaciones de clítoris prohibidas por nuestra ley, y también te hablan de invasiones, hedores y locuras que solo ven sus ojos nivarienses y españolistas.

Luego te sueltan la retahíla habitual, normalmente absurda, casi siempre mentirosa: que saturan la salud pública (ellos sí, pero nuestros once millones de turistas no), que son maleducados e ignorantes (ja, ja, ja), que no se adaptan a nuestro sistema educativo (sistema que durante años se empeñaron en destrozar, y que si algo tiene es su capacidad de adaptación a las diferencias educativas). Muchos "que si...", demasiados, tantos como para ocultar la única realidad, que toca sacar lo peor del populismo, toca aplicar esa visión miope de que la calle está como temerosa ante la inmigración.

A los otros, a quienes prefieren una visión positiva y acogedora de la inmigración, los tachan de ignorantes, de timoratos, de ideólogos del buenrollismo. "Ya verás cuando te rayen el coche", parecen decir. Pero no, los malos son ellos. No hay que criticarles que su cobardía les impida decir abiertamente lo que se les nota, que son unos simplones xenófobos. Lo peligroso es que quieren convertir a esta tierra en un país hijo de puta, en una nación cabrona que echa a quien no le interesa, a los camareros que no conocen la manteca colorá, a quienes quieren "comernos por los pies". Ni un paso atrás, que se hundan ellos en su miseria moral, pero que no arrastren a las personas con dos dedos de sensibilidad.

Fuente:http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pRef=3039_5_127586__Opinion-patita