La comida española triunfa entre la mayoría de los inmigrantes
Un estudio presentado ayer por parte del Ministerio de Agricultura, denominado "Hábitos alimentarios de los inmigrantes en España. Actualización 2007", revela que el almuerzo se ha convertido en la comida más fuerte del día y que la ingesta de pan ha encontrado un hueco indiscutible como parte de la dieta diaria.
EFE, Madrid
La mayoría de los inmigrantes han adoptado las costumbres españolas de que el almuerzo sea la comida más fuerte del día, que más de la mitad de su dieta la integren los platos tradicionales españoles y que el pan sea el compañero inseparable de cualquier plato.
La aceptación de la gastronomía típica española es cada vez más amplia, según los resultados del estudio "Hábitos Alimentarios de los Inmigrantes en España. Actualización 2007" que presentó ayer en Madrid la ministra de Agricultura, Elena Espinosa.
A los que más les gusta la tradición culinaria española es a los inmigrantes procedentes de Europa del Este y de América (en un 74 y 72 por ciento respectivamente), pero también los magrebíes y los asiáticos consideran que la cocina en España es "muy buena" en un 68 y 62 por ciento, respectivamente.
De hecho, el 55 por ciento de las comidas de los inmigrantes, especialmente el almuerzo en días laborables, son platos españoles, aunque la carne y el arroz son los dos alimentos preferidos para el almuerzo en el 72 y en el 74 por ciento de las ocasiones.
Se trata de dos productos básicos de la dieta en América del Sur, de donde proceden 1,5 millones de inmigrantes; en África, de donde son 191.592 inmigrantes, y también en Asia, de donde proceden 216.769 inmigrantes, una cifra que ha evolucionado en los últimos cinco años en un 48 por ciento.
Muchos de estos inmigrantes se han incorporado de lleno a la costumbre de la ingesta de pan, cuyo consumo se ha popularizado especialmente entre los latinoamericanos, ya que el 85 por ciento lo consume habitualmente frente al 67 por ciento que lo hacía hace cuatro años, cuando se realizó el primer estudio.
Sorprende también entre los resultados de esta actualización de los datos obtenidos en 2004, la tendencia a consumir productos innovadores, como leche con calcio, soja enriquecida o los zumos con leche, especialmente entre el colectivo asiático, ya que un 36 por ciento de estos inmigrantes los toman cuatro veces por semana.
Los días laborales, el 48 por ciento de los inmigrantes visitan bares y cafeterías y un once por ciento de los encuestados dice acudir a restaurantes entre semana, mientras que el fin de semana es el día de la cocina tradicional elaborada en casa, aunque el 28 por ciento dice que también van a restaurantes y el 25 por ciento a establecimientos de comida rápida.
Cambio de alimentos
El 42 por ciento de los inmigrantes declaran haber dejado de tomar algún alimento o plato de su tierra, porque no lo encuentra en España o porque tiene un precio muy alto en nuestro país o porque no tiene el mismo sabor.
Entre los productos que más echan de menos tener de forma asequible y gustosa, el cus-cus, especialmente entre la población magrebí, mientras que la latinoamericana echa en falta una mayor variedad de plátanos, de frutas tropicales y de maíz.
Los ciudadanos de la Europa del Este no cuentan con sus variedades de queso tradicionales y con ciertas variedades de pescado y los asiáticos no encuentran en España muchos de sus condimentos y yerbas, así como variedades de pescados y de verduras.
Para la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, esta demanda de la población inmigrante, que ya representa el 9,9 por ciento del total, es una oportunidad para la industria alimentaria española y una vía de conseguir una mayor integración. Por ello, Espinosa ha animado a los industriales, durante la presentación del estudio en Madrid, a continuar haciendo el esfuerzo de adaptación a los gustos de los nuevos españoles.
Un estudio presentado ayer por parte del Ministerio de Agricultura, denominado "Hábitos alimentarios de los inmigrantes en España. Actualización 2007", revela que el almuerzo se ha convertido en la comida más fuerte del día y que la ingesta de pan ha encontrado un hueco indiscutible como parte de la dieta diaria.
EFE, Madrid
La mayoría de los inmigrantes han adoptado las costumbres españolas de que el almuerzo sea la comida más fuerte del día, que más de la mitad de su dieta la integren los platos tradicionales españoles y que el pan sea el compañero inseparable de cualquier plato.
La aceptación de la gastronomía típica española es cada vez más amplia, según los resultados del estudio "Hábitos Alimentarios de los Inmigrantes en España. Actualización 2007" que presentó ayer en Madrid la ministra de Agricultura, Elena Espinosa.
A los que más les gusta la tradición culinaria española es a los inmigrantes procedentes de Europa del Este y de América (en un 74 y 72 por ciento respectivamente), pero también los magrebíes y los asiáticos consideran que la cocina en España es "muy buena" en un 68 y 62 por ciento, respectivamente.
De hecho, el 55 por ciento de las comidas de los inmigrantes, especialmente el almuerzo en días laborables, son platos españoles, aunque la carne y el arroz son los dos alimentos preferidos para el almuerzo en el 72 y en el 74 por ciento de las ocasiones.
Se trata de dos productos básicos de la dieta en América del Sur, de donde proceden 1,5 millones de inmigrantes; en África, de donde son 191.592 inmigrantes, y también en Asia, de donde proceden 216.769 inmigrantes, una cifra que ha evolucionado en los últimos cinco años en un 48 por ciento.
Muchos de estos inmigrantes se han incorporado de lleno a la costumbre de la ingesta de pan, cuyo consumo se ha popularizado especialmente entre los latinoamericanos, ya que el 85 por ciento lo consume habitualmente frente al 67 por ciento que lo hacía hace cuatro años, cuando se realizó el primer estudio.
Sorprende también entre los resultados de esta actualización de los datos obtenidos en 2004, la tendencia a consumir productos innovadores, como leche con calcio, soja enriquecida o los zumos con leche, especialmente entre el colectivo asiático, ya que un 36 por ciento de estos inmigrantes los toman cuatro veces por semana.
Los días laborales, el 48 por ciento de los inmigrantes visitan bares y cafeterías y un once por ciento de los encuestados dice acudir a restaurantes entre semana, mientras que el fin de semana es el día de la cocina tradicional elaborada en casa, aunque el 28 por ciento dice que también van a restaurantes y el 25 por ciento a establecimientos de comida rápida.
Cambio de alimentos
El 42 por ciento de los inmigrantes declaran haber dejado de tomar algún alimento o plato de su tierra, porque no lo encuentra en España o porque tiene un precio muy alto en nuestro país o porque no tiene el mismo sabor.
Entre los productos que más echan de menos tener de forma asequible y gustosa, el cus-cus, especialmente entre la población magrebí, mientras que la latinoamericana echa en falta una mayor variedad de plátanos, de frutas tropicales y de maíz.
Los ciudadanos de la Europa del Este no cuentan con sus variedades de queso tradicionales y con ciertas variedades de pescado y los asiáticos no encuentran en España muchos de sus condimentos y yerbas, así como variedades de pescados y de verduras.
Para la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, esta demanda de la población inmigrante, que ya representa el 9,9 por ciento del total, es una oportunidad para la industria alimentaria española y una vía de conseguir una mayor integración. Por ello, Espinosa ha animado a los industriales, durante la presentación del estudio en Madrid, a continuar haciendo el esfuerzo de adaptación a los gustos de los nuevos españoles.
1 comentario:
AARON .... POR ARIAS CAÑETE Y POR EL CONTRATO DE INSERCIÓN DEL PP.
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